El volumen de las exportaciones de langosta aumentó un 20 por ciento de enero a mayo de este año con respecto al mismo periodo de 2018, al lograr 100 toneladas y no obstante la reducción en la captura de la temporada 2018-2019, revelan datos de la SADER, Aduanas y Conapesca.
La temporada de langosta en Yucatán va del 1 de julio al 28 de febrero del siguiente año y durante el ciclo 2018-2019 Conapesca registró 538 toneladas de captura, con lo que Yucatán se convirtió en la segunda entidad con mayor volumen a nivel nacional, sólo superado por Baja California Sur, con 682 toneladas.
Sin embargo, esta captura fue menor que la del ciclo 2017-2018, cuando Conapesca registró 623 toneladas capturadas.
Las estadísticas muestran que las exportaciones de Yucatán y Quintana Roo sumaron 100 toneladas de enero a mayo de este año, mientras que en el mismo periodo del año de 2018 se llevaban 83 toneladas.
Los envíos son principalmente a Hong Kong, Francia, República Dominicana y Estados Unidos.
Las estadísticas permiten observar que de las 100 toneladas que se han exportado este año, 37.2 son de Yucatán y 63 toneladas de Quintana Roo.
Y los envíos desde Yucatán son por el puerto de Progreso y se remiten principalmente a Francia y Estados Unidos.
Las exportaciones desde Quintana Roo son por el aeropuerto de Cancún y Puerto Morelos a Hong Kong y República Dominicana, según los reportes de Aduanas y SADER.
La langosta en Yucatán es una de las pesquerías de mayor valor para los pescadores, ya que los precios rebasan los 500 pesos por kilo de cola y beneficia principalmente a pescadores ribereños de la costa oriente del Estado, centro y poniente.
La temporada 2019-2020, que comenzó el 1 de julio, arrancó con bajas capturas de 2 a 3 kilos por parte de los pescadores ribereños; las embarcaciones de mediana altura aún no han regresado de sus viajes de 15 a 18 días.
Los niveles de captura son bajos con respecto a los del año pasado, cuando los ribereños regresaban con capturas de 20 y hasta 50 kilos por viaje.
De acuerdo con la industria pesquera, la langosta es un producto principalmente de consumo ribereño, de la zona turística y se hacen envíos al centro del país; sin embargo, la pesquería ha padecido, al igual que la del pulpo y pepino de mar, de la pesca furtiva por parte de pescadores que no respetan las vedas y que han provocado la sobreexplotación de la biomasa, lo que se traduce en bajas capturas.
Hasta mayo, último mes reportado por Aduanas y SADER, las exportaciones de langosta son mayores al mismo periodo del año pasado.
(Verónica Martínez)