Jorge A. Franco Cáceres
Cuando una oposición reactiva habla de ser resiliente, es decir, de tener capacidad de adaptación ante un presunto agente perturbador, así como aptitud de mitigación de un supuesto estado o una situación adversos, procede pensar que nos encontramos ante una presencia que ha dejado de ser fuerza por impotencia o que, de plano, está aniquilada por sus propias contradicciones.
Sin las capacidades y las aptitudes señaladas ante la Cuarta Transformación (4T), no nos ha sorprendido que las presencias opositoras que han dejado de ser fuerzas representativas por pérdidas de los poderes estatales, hayan comenzado a identificar a las nuevas autoridades como agentes perturbadores. Tampoco nos ha extrañado que los nuevos estados o situaciones creados por los responsables de las instituciones, sean juzgados por los derrotados el 1 de julio de modos apocalípticos, pretendiendo siempre que sus acciones son órdenes letales y sus procedimientos son restauraciones autoritarias.
Todo parece caótico y abominable para las oposiciones reactivas carentes de capacidad resistente y aptitud resiliente ante la 4T. Y esto les sucede al punto de que sus opiniones personales son adjetivas y despectivas, nada sustantivas y menos asertivas, debido al uso indiscriminado de verbos y calificativos negativos: destrucción, demolición, desaparición, liquidación, aniquilación, cancelación, etc. Sus juicios comunes, además de calumniosos y pendencieros, son una y otra vez visiones fantásticas de una realidad social y política que azota sus emociones y sus sentimientos.
El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, celebra el primer año del Cambio Democrático dando la cara a las oposiciones reactivas que, cada vez que opinan o se atreven a proceder ante la 4T, evidencian sus incapacidades resistentes y sus ineptitudes resilientes. Todo debido a sus contradicciones para articularse como fuerzas sustantivas dentro de los partidos políticos y como potencias asertivas dentro y fuera de los poderes estatales.
Así las cosas, sólo nos falta señalar que, si algo hay que celebrar con AMLO debido al Triunfo Electoral del Cambio Democrático, es que la Transformación Republicana ha puesto en evidencia histórica a las fuerzas antisociales que se pretendieron poderes eternos, dejando en claro que avanzan hacia su desaparición del panorama político por incapacidad de reformulación democrática.