TIZIMIN, Yucatán, 11 de julio.- Nacieron en el hermoso puerto de El Cuyo, pero sus aspiraciones por ser cantantes profesionales y conseguir sus sueños los hizo salir en busca de oportunidades en esta localidad, donde han conseguido parte de sus objetivos.
Sin embargo, siguen adelante para ver cristalizados su sueños, ahora ya se presentan en teatros de Mérida, y han tenido el apoyo de mucha gente, incluso empresarios restauranteros donde Manuela y Silvia Loeza Alcocer han demostrado que tienen la capacidad suficiente y se dicen listas para que las compañías disqueras no las pierdan de vista.
Manuela tiene 19 años y estudia el arte de la música, acaba de terminar la preparatoria y desea seguir la universidad y, también participa en concursos de belleza y al igual que su hermanita Silvia, de 10 años, quien cursa el sexto grado de primaria, llevan el arte en la sangre.
¿A qué edad te diste cuenta que contabas con este talento?
“Sinceramente yo tenía pánico a los escenarios, nunca me imaginé llegar hasta donde estoy y sé que me falta aún más, mi mamá me empezó a escuchar cantar porque ella iba a ser monja y cantaba en el coro de la Casa de las Madres, entonces me escuchó ese timbrecito y me dijo que tengo algo en la voz que le gusta, y me pedía que cantara en la casa. “Dale Manuela”, me decía.
“Yo tenía como 10 años y recuerdo una vez que llegué de la escuela y me pidió que la disculpara porque me había comprometido para cantar en un evento en la explanada del ex convento, a la gente le gustó mucho y me siguieron hablando, pero después tuve una intervención en la escuela ‘Crescencio Carrillo Ancona’, en un concurso y aunque no gané me sirvió de mucho al interactuar con la gente, que te aplaudan y te digan cosas bonitas, te alienta a decir que esto me gusta, esto es mi vida y que quiero llegar muy lejos y cumplir mis sueños”, dijo esta joven promesa del arte.
Poco a poco se han ido abriendo las puertas para estas hermanitas, ya que han tenido presentaciones importantes con la gente que confía en ellas.
“Después me llamó la Madre Sor Vero para que cantara nuevamente en el convento, ese día interpreté una canción que me gusta mucho, de Sheila Dúrcal, y que se llama ‘Tanto Amor’, y me recuerda porque de ahí partió todo, ahí tenía ya 14 años y ya me empezaron a hablar para cantar en eventos no sólo aquí en Tizimín, sino también en Río Lagartos, El Cuyo, Calotmul, Buctzotz y también en Isla Mujeres, Quintana Roo, y en Mérida me he presentado en los teatros Olimpo y Daniel Ayala, en la Casa de la Cultura, ahora desde hace dos años he decidido también tomar clases de canto con el maestro Rudy Vallado y he aprendido mucho, él me ha ayudado bastante”.
¿Qué género te gusta más?
“Estoy tratando un poco de todo para no encasillarme en un solo género, me gustan mucho las rancheras y las baladas, pero también canto boleros, trova, ya que las canciones yucatecas también me encantan, entonces vamos a ser un poco diversas”.
Manuela ha sido un ejemplo para su hermanita Silvia, de 10 años de edad, que también tiene una voz privilegiada.
“En mis presentaciones me preguntaba que cómo le hacía para subirme a un escenario, que quería ser como yo, hacer lo que yo hago y al paso del tiempo la escuchábamos con mi mamá cantar en el baño y nos dimos cuenta que tenía un timbre muy bonito y empezamos a practicar; en un evento pedí la oportunidad para que cantara y sólo me pidió que la acompañara porque le daba pena hacerlo sola y de ahí le gustó; ahora quiere estudiar música, quiere ser cantante y hay que apoyarla”, refirió orgullosa Manuela.
Manuela y Silvia no dejan a un lado los estudios y lo combinan muy bien con el arte del canto.
“Ya terminé la preparatoria y me estoy preparando para estudiar la universidad, quiero estudiar música en el área de canto, me fascina, si Dios quiere terminando la carrera empezaré otra que es teatro para poder desenvolverme mejor, estar en ese medio artístico me gusta mucho, incluso estoy ahora en un proyecto, es un concurso de belleza en Mérida que se llevará a cabo en el teatro Armando Manzanero el 18 de julio, a las 7 de la noche, me siento emocionada porque me encanta estar en escenarios, sé que me falta pero estoy muy entusiasmada y voy apoyando a mi hermanita Silvia porque algo también muy importante es que cuento con el apoyo de mis papás Silvia Guadalupe Alcocer Ucán y Dabe Concepción Loeza Marfil, ahí están siempre, en todo lo que yo decida meterme ahí están, mi mamá atrás en camerinos, mi papá y mis hermanitos siempre apoyándome, sin faltar el cariño de mi hermanito Dave Antonio Loeza Alcocer quien es un destacado futbolista y también quiere ser profesional, a sus 15 años de edad, traemos en la sangre el arte”, expresó esta hermosa jovencita.
Por su parte, la niña Silvia con su sonrisa angelical pide para ella y su hermana Manuela una oportunidad porque ya entre sus planes está el grabar un disco, por lo que piden a las disqueras que no las pierdan de vista porque Tizimín levanta la mano con estas dos futuras estrellas.
“Mi hermanita Manuela y mi mamá son mi ejemplo, siempre me han apoyado, recuerdo que la primera vez que canté estaba en la sala de mi casa, yo tenía 8 años, a mí me gusta cantar baladas, románticas, soy enamorada de la vida, del arte, me gusta mucho cantar, yo sueño con ser una cantante profesional, famosa, y espero que la gente nos apoye, que nos den una oportunidad los empresarios igual a mi hermanita, yo ahorita estoy estudiando el sexto año de primaria, no voy a dejar mis estudios porque lo puedo combinar y quisiera que nos ayudaran para grabar un disco, ya estamos listas, que nos vayan escuchando, pondremos en alto el nombre de Tizimín y de El Cuyo, aquí hay empresarios restauranteros que nos dan la oportunidad de trabajar y por eso agradecemos a todos el apoyo, también en El Cuyo de donde somos originarias, a tanta gente gracias”. Concluyeron estas emprendedoras jovencitas.
(Texto y fotos: José Luis Díaz Pérez)