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Yucatán

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

(II)

La decadencia del cigarro yucateco

Dicen que al comenzar el siglo todos fumaban cigarros de La Paz, una fábrica que hizo historia en Yucatán. Recuerdo algunas marcas, todas de un sabor fortísimo: U-Xul, Otros y Penetelas. También conocí los “negritos” pero no sé si eran de La Paz. Asímismo fueron populares en su tiempo los “Montejo” con cajetilla alargada como los hacían en la capital. Fumé un número de cigarrillos de esas marcas pero era tan fuerte su sabor que pronto cambié a los nacionales, o norteamericanos. En cambio mi tío D. Max apetecía y gozaba de los U-Xul y mientras más fuertes, mejor. Al mediar el siglo creo que cerró la fábrica La Paz, pues ya nadie fumaba sus cigarros.

En sus buenos tiempos, dicha fábrica se anunciaba de esta guisa:

Fumar de La Paz…

o no fumar,

Las marcas nacionales

Invadieron Yucatán y nuestros fumadores andaban con cajetillas de Delicados, Monte-Carlo, Belmont, Rialtos, Alas y Alas-extra, Embajadores y los populares hasta hoy, Raleigh. También llegaban Mentolados, pero dicen que mermaban la potencia, al igual que el Belmont, pero igual continuaban disfrutándolos los fumadores.

Existió una marca que nunca vi en venta en Yucatán: “Cadetes”, un cigarro nacional fuerte -decían- patrocinadores de la serie detectivesca radial “Carlos LaCroix” que pasaba los domingos por la noche en la XEW de la capital. En ella actuaron Arturo de Córdova y luego Tomás Perrín. Bien, pues justo en esos programas no podía faltar la alusión a “Cadetes”:

De hombre a hombre:

¡Fume “Cadetes”!

(Continuará mañana)

Poesía joven de Yucatán

Juan Manuel Góngora López

IV

Escucho pasos rondando la cerca,

puedo sentir un gran nacimiento,

el aullido va en crecimiento,

esperemos no estés tan terca.

Resuenan cada vez más valientes,

el lado humano se hace notar,

muy detrás no se quieren ellos quedar,

pelean con sus filosos dientes.

Siento esos pasos detrás de mí,

un gran peso se siente al vivir,

no creas que se olvidarán de ti.

Puedo mirar el estéril porvenir,

puedo jurar que nunca te desmentí

¡No necesito volverme a dormir!

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Yucatán

Forman médicos con la idea de que enfermeras son sus sirvientas.