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HUNUCMA Y SAHE.– Cada semana Kekén sacrifica y procesa un promedio de 39 mil cerdos que se engordan en las 100 granjas propias y de aparceros que hay en el Estado, la proyección es llegar a poco más de 70 mil cerdos semanales en 3 años, lo que implicará más granjas de engorda, informaron gerentes del Grupo Porcícola Mexicano.

Actualmente, de los 39 mil cerdos que se sacrifican y procesan a la semana, el 60 por ciento se hace en Umán y el resto en Sahé.

POR ESTO! recorrió ayer la planta de alimentos de Hunucmá y la planta de proceso y sacrificio de Sahé (ambas inauguradas hace un año), donde el personal explicó las dimensiones de la empresa y los alcances para el 2022.

Rodrigo Cejudo, gerente de relaciones institucionales de la empresa, explicó que cuentan con un total de 150 granjas porcícolas propias y de aparceros: 50 son de pies de cría y maternidad, la base de la reproducción, mientras que las otras 100 son exclusivamente de engorda y las que proveen a las dos plantas de sacrificio.

Acompañado por Alberto Alfonso Navarrete, director de producción; Omar Salinas Bastarrachea, gerente de plantas de alimentos; Luis Daniel Sánchez, gerente de producción; Leonardo Valencia Cortés, gerente de producción; Saúl Milanés Santa Ana, gerente de mantenimiento; y Alicia Núñez, gerente de sustentabilidad, explicaron los planes de crecimiento.

Dimensionaron que la planta de sacrificio y producción en Umán está al máximo de capacidad con un sacrificio de 25 mil cerdos semanales y la de Sahé, con 14 mil cerdos semanales, ésta apenas se encuentra al 30 por ciento de su capacidad, y estiman que llegue al 100 por ciento en el año 2022.

Además, cuentan con 3 plantas de alimentos en Umán, Komchén y la de San Antonio Chel en Hunucmá, la cual se encuentra al 65 por ciento de su capacidad y las otras al 95 por ciento.

Estas plantas producen el alimento que llega a las 150 granjas propias y de aparceros. En promedio distribuyen 600 toneladas diario a las granjas.

Fórmula del éxito

“El éxito de Kekén es tener la cadena de producción integrada y el inicio de la cadena es el alimento, todo inicia en las plantas de alimentos”, dijo Cejudo.

Hoy las 3 plantas producen 63 mil toneladas de alimento balanceado para los cerdos y en 3 años pretenden llegar a las 110 mil toneladas que alimentarán a los cerdos de las nuevas granjas.

Alfonso Navarrete explicó que la planta de Umán es la más antigua, data del año 1995, produce 40 mil toneladas al año, está al 95 por ciento de su capacidad y es la única que funciona con gas natural, cuando hay disponibilidad.

La de Komchén está al 95 por ciento de su capacidad, produce 10 mil toneladas y la de Hunucmá, que lleva un año, produce 13,600 toneladas y está al 65 por ciento de su capacidad, pero apenas es la primera etapa de la planta, ya que está proyectada a 3 años para llegar a 60 mil toneladas, el máximo de su capacidad.

El crecimiento en la planta de alimentos irá a la par de la cantidad de cerdos por alimentar.

El alimento que preparan para los cerdos está hecho con la mezcla de maíz, pasta de soya, a veces sorgo, lactosa para los lechones, vitaminas, minerales, polvos de arroz, entre otros insumos vegetales o graneleros, que preparan en 18 fórmulas diferentes, dependiendo la edad de los cerdos.

Se proveen de insumos locales, pero la mayoría es de importación y llegan por el puerto de Progreso.

“La producción local representa del 5 al 8 por ciento de nuestra demanda, ha sido constante y si hubiera más la compraríamos, pero debemos abastecernos de importaciones, a esta planta de alimentos llega un barco cada 3 ó 4 semanas, sobre todo de maíz.

“Aquí contamos con 3 silos de 10 mil toneladas cada uno. Al interior tienen temperatura adecuada y nuestra capacidad de descarga es de 250 toneladas por hora”, explicaron Salinas Bastarrachea y Sánchez Pech.

La planta es totalmente automatizada y controla hasta los polvos, monitorea las descargas, la molienda y todo el proceso hasta que llena los camiones que llevan el alimento para los cerdos en forma de pequeños churros parecidos a las croquetas de animales llamados pellets.

Para el 2022 calculan tener 7 silos y lograr la producción de 60 mil toneladas en esta llanta, que se suman a las 50 mil de las otras dos.

Operan con energía eléctrica y comentaron que analizan las opciones para poder generar su propia energía.

El sacrificio y proceso

En la planta de sacrificio y proceso en Sahé, dimensionaron que todo el alimento producido y entregado se traduce en cerdos engordados que se sacrifican diariamente para procesar la carne y vender hasta la sangre, aprovechando prácticamente a cada animal.

“Esta planta es la más moderna de América Latina, es una planta lineal y sólo le resta el 5 por ciento de construcción para concluirla. Se edificó en un terreno de 126 hectáreas, pero de construcción son 46. Aquí llega el cerdo vivo, se descarga de los aviones y descansa 2 horas para pasar al sacrificio y luego viene el proceso para tener los cortes y luego el empaque para después almacenarlo y distribuirlo”, dijeron Valencia Cortés y Milanés Santa Ana.

Los 14 mil cerdos semanales que sacrifican se convierten en 1,400 toneladas de carne, de las cuales el 50 por ciento es de comercialización nacional y el resto es de exportación.

“Empleamos 700 personas, y el 50 por ciento son mujeres y la otra mitad son hombres. Somos una planta TIF (Tipo Inspección Federal), en 3 años esperamos llegar a 2 mil empleos y a 2 millones de cerdos anuales (poco más de 41 mil semanales, casi 3 veces a lo que sacrifican hoy)”, relataron.

Los cerdos son procesados en los diferentes cortes que comercializan en sus más de 500 tiendas en diferentes Estados, de las cuales hay 180 en Yucatán.

Comercializan hasta la sangre del cerdo, que se las compran para preparar harinas de alimento animal, también aprovechan las manitas, pezuñas, piernas, paletas, entre otros.

Las carnes son empacadas al alto vacío o con empaques para exportación, para luego ponerlo en cajas y definir el destino final, cuando es de exportación viaja por barco a Asia y por camión a Estados Unidos.

Lo deseable

En esta planta de proceso y sacrificio cuentan con una planta de tratamiento de aguas residuales, la cual fue mostrada por Cristina Gamboa López, quien explicó los diferentes procesos que sigue el tratamiento de agua, la separación de sólidos y la cloración, para finalmente mostrar a POR ESTO! una muestra de agua transparente previo a la descarga en los 9 pozos de 90 metros y que llegan al manto salino.

Esta agua es evaluada por laboratorios externos cada 3 meses, que miden el nivel de nitrógeno, nitratos, nitritos, DVO, DQO, sólidos suspendidos, fósforo, entre otros.

La planta trata 1,700 metros cúbicos, tiene una Laguna de sólidos de 300 metros cúbicos y usa 500 litros diarios de cloro.

“Cumplimos la NOM 001 Semarnat y nos verifican cada 3 meses, éste es uno de los 9 pozos de agua donde se descarga el agua ya clorada, y se hace en el manto salino”, explicó Gamboa López.

–¿Y no han contemplado hacer esto mismo en las granjas, es precisamente lo que los ambientalistas proponen?, preguntamos.

“La norma en las granjas nos dice que lo que hacemos es lo correcto, los ambientalistas han dicho muchas cosas”, dijo Núñez.

Aunque Milanés Santa Ana comentó que analizaban la posibilidad de aplicar este mismo sistema en las granjas, Núñez insistió en que no podría aplicarse en las granjas porque eran otras dimensiones y mayores sólidos.

–¿Y si la norma va a cambiar, no contemplarían irse adaptando o ajustando?, preguntamos.

“Cuando se den los cambios ya las analizaremos y se verá”, respondió.

POR ESTO! ha informado, con base en información de expertos ambientalistas, que las aguas que descargan las granjas porcícolas en el modo de riego agrícola contienen altos niveles de nitrógeno, fósforo, DVO y sólidos suspendidos totales que se filtran al manto acuífero, y una solución sería que el agua realmente la trataran para finalmente descargarla en pozos profundos de 90 metros en el manto salino.

Ayer se observó que la empresa ya lo realiza pero en las plantas de proceso.

Tanto la descarga de agua de las plantas y la de las aguas de las granjas deben cumplir con la NOM 001 Semarnat, la cual ya pasó la etapa de comentarios y está en análisis por parte de la Semarnat para su próxima publicación, donde de entrada ya reconocen el suelo kárstico de Yucatán.

Lo que viene

El crecimiento en la producción de alimento, de sacrificio y proceso de carne, irá aumentando para llegar a la meta del 2022, para lo cual se habilitarán más granjas porcícolas.

Algunos proyectos ya se analizan por Semarnat en Campeche, comentó Núñez, y otros más en Yucatán.

Los planes de expansión sólo contemplan a la zona peninsular por el estatus sanitario de Yucatán.

(Verónica Martínez)

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