Autoridades responsables del Hospital General “Doctora María del Socorro Aguilar” se “lavaron las manos” por un nuevo caso de muerte de un nonato en el nosocomio recientemente envuelto en la polémica, por presuntas negligencias y la expulsión de un médico interno pregrado en un caso que se consideró como censura institucional.
Pese a las evidentes carencias en equipo especializado, como ultrasonido dentro del mismo “Quiroga Aguilar”, el director Mario de Jesús Díaz Arjona achacó la responsabilidad de la muerte prematura del producto a la propia madre y a sus familiares, quienes aseguró que por su propia voluntad habían decidido atender el embarazo externamente, afirmando que cuenta con documentos firmados por ellos mismos, los cuales no mostró ante los medios de comunicación.
Al igual que en el caso del joven médico expulsado del hospital y desterrado de la Isla por el odio propiciado por presuntos portales noticiosos, Díaz Arjona se mostró más preocupado por “el qué dirán” los medios de comunicación, pues afirmó que daba la conferencia de prensa para aclarar la noticia que trascendió en redes sociales.
Asimismo, reiteró la responsabilidad de la madre que acababa de perder a su bebé en su vientre, a quien culpó por no tratarse debidamente su padecimiento de diabetes e hipertensión.
Su versión de los hechos
“Estamos enterados del caso el día de ayer, cuando hicimos la revisión del expediente se habló con el jefe de Servicios para poder dar esta aclaración a los medios, y sobre todo darle tranquilidad a la comunidad. Se trata de una señora de 33 años que fue atendida el día 9 de julio, esta paciente tuvo consultas de manera irregular en el servicio aquí de Ginecología del hospital, ella tiene el antecedente de ser diabética, hipertensa, con mal apego al tratamiento”, justificó el ‘matasanos’.
“En el expediente obra que el día 16 de mayo, al consultar con ginecología, se encuentra que sus cifras de glucosa están alteradas, muy altas, y de manera inmediata se turna al servicio de medicina interna, y aquí en el expediente encontramos que tanto ella como un familiar, su hermana, desisten de la atención y deciden que van a llevar su control de manera particular”.
“Entonces, a partir del 16 de mayo hasta el día 9 de julio ya no tenemos registro de atención alguna aquí en la unidad, obviamente al ser una paciente hipertensa, con sobre peso, sobre todo diabética sin tratamiento, pues pone en riesgo la evolución del embarazo”, aseveró, pero sin mostrar ante las cámaras los supuestos documentos.
“El día 9 de julio ella solicita la atención trayendo un ultrasonido que se realiza de manera particular, el ultrasonido no va dirigido a algún médico en específico, no sabemos quién le estaba brindando la atención particular que ella menciona, pero sí manifiesta que hay un producto que no tiene frecuencia cardiaca, y por lo tanto había que descartar la muerte fetal”, indicó.
Díaz Arjona excusó otra negligencia del Sector Salud del Estado asegurando que el producto ya había fallecido con unas 24 horas de antelación cuando llegó la paciente el día 9 de julio, “ingresa con nosotros, es valorada por el médico de urgencias ginecológicas (…) El día 10 a las 02:20 de la mañana es que se da el parto, obviamente fallecido, con rastros de maceración, ya había un tiempo considerable de que había fallecido el producto. Ella queda todavía hospitalizada porque viene con cifras altas de presión arterial, se controla y el día 11 se permite el egreso”.
En entredicho
Cabe apuntar que la pareja de la mujer, Jesús Córdoba Córdoba, había denunciado que las cosas fueron diferentes, ya que según la versión de los familiares, ellos realizaron el ultrasonido con un particular debido a que no se cuenta con este equipo en el “Quiroga Aguilar”, por lo que al ir y volver con los resultados, que también demoraron en ser atendidos, se perdió tiempo valioso en el que sí se pudo haber salvado al producto.
Sin embargo Mario Díaz insistió en lavarse la culpa, “las notas cumplen con lo normado, están las recomendaciones, en varias notas obra la firma del esposo, y la más importante, donde ellos manifiestan el querer llevar un control de manera particular, está fechada 16 de mayo”, aunque no mostró ningún documento públicamente.
El director del “Quiroga Aguilar” insistió en que no se trató de una negligencia médica, escudándose en firmas de los familiares en los Registros de Información Médica al Familiar (RIMAF); aunque lo que puso en duda el afligido padre de familia no fue lo hecho previamente, sino la lenta reacción y las complicaciones ante la emergencia presentada el día 9.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)