TIZIMIN, Yucatán, 13 de julio.- Siete cenotes serán promocionados como zonas de exploración para impulsar el turismo en la comunidad de Tixcáncal, el primero bajo el nombre “Aka’ab Che’en” (cenote oscuro). El proyecto incluye principalmente el rescate y conservación de árboles como barreras vivas, como parte de las acciones de mitigación y adaptación de los efectos del cambio climático.
Como se informó en la edición anterior, a esta organización se le otorgaron 200 mil pesos mediante el Programa de Mejoramiento de la Producción y Productividad Indígena (PROIN), en proyectos enfocados para el turismo ecológico y acciones de mitigación de los efectos del cambio climático, con recursos del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
El proyecto busca impulsar el turismo alternativo, pero a la vez incentivar la economía de los pueblos indígenas que tienen potencial y riqueza cultural. Tixcáncal es una de las comunidades de paso obligado de turistas que visitan la Riviera Maya y el Litoral Oriente, por lo que podrían dejar una derrama económica que permita a los pueblos ser autosuficientes.
En este lugar la gente conserva la esencia natural para impulsar el turismo ecológico. Los mismos niños de esta población pintaron en tablitas los nombres de los árboles y las colocaron en cada uno de ellos.
Además, varias personas, con machetes y coas ayudaron en la limpieza bajo los árboles, mientras que otras reunieron rocas y realizaron el sendero que conduce hasta la boca del cenote.
La comisaria municipal Margarita Caamal Bacab se encuentra apoyando el proyecto. La organización está conformada por Florencio Puc May; las ingenieras Gloria Rosa Kumul Chac, Landy Rosado Peba y Silvia Tinah Franco; el comisario ejidal Alonso Alcocer Itzincab; y los ingenieros Sergio Chalé Cauich y Mario Alcalá González.
El objetivo de la apertura de este hermoso espacio es promover las zonas naturales con mayor potencial turístico y por ende reactivar la economía de los pueblos mayas en el Oriente de Yucatán.
La superficie del lugar es de una hectárea y fue donada mediante una asamblea de mayoría calificada por el consejo ejidal, y se tomó el acuerdo que todos los sitios con mantos acuíferos serán para el beneficio de la comunidad.
En este lugar hay otros cenotes cercanos, peor por el momento el proyecto del parador turístico iniciará en este lugar, por lo que los habitantes buscarán juntar más recursos para impulsar el espacio y luego se continuará con las demás formaciones naturales.
Y es que pretenden formar un solo espacio que permita ofrecer servicios por medio de los cuales se dé a conocer parte de la cultura, pues este sitio además queda enlazado con las ruinas de Kulubá.
El cenote se ubica cerca de la población de Tixcáncal, rumbo a Chan Cenote. Para llegar al espejo del agua se tiene que descender por un agujero de poco más de 10 metros de profundidad, donde se encuentra la bóveda, que ofrece un paisaje hermoso y natural de estalactitas y estalagmitas, además de un agua sumamente fresca y cristalina, que alberga especies únicas, como el camarón blanco, además de que encierra otros misterios, como una caverna debajo de la superficie del agua.
(Efraín Valencia)