Al parecer, las autoridades municipales han encontrado un filón de oro en el comercio ambulante que inunda las aceras de esta capital y obligan a los transeúntes a caminar en la vía pública.
Durante un recorrido por el Centro Histórico, los reporteros observaron que a pesar de ser domingo, día que aprovechan muchos de los habitantes de la ciudad capital para irse a la costa yucateca, desde muy temprano comenzaron a instalarse decenas de vendedores ambulantes.
Había desde expendedores de artículos para telefonía celular hasta quienes ofrecen prendas de vestir, frutas, relojes, lentes para el sol y de aumento y todo lo que sea posible vender en la vía pública, quienes además dejan toneladas de basura en las calles, lo que da mal aspecto a la ciudad.
Los sitios predilectos de los ambulantes son la calle 56 que va de la 69 a la 59; la calle 63 entre 58 y la 54; la 67 entre la 54 y la 62; la 65 entre la 52 y la 62, y la 60 entre la 69 y la 59, sólo por mencionar algunas de las centenares de escarpas invadidas, además de avenidas, parques públicos e incluso en el anillo periférico.
Varios ambulantes, que pidieron no publicar sus nombres, manifestaron que no obstante que pagan derecho de piso, aseguran que constantemente son objeto de acoso por parte de los inspectores que sólo les permiten trabajar determinadas horas, ya que “rentan” el espacio a otros ambulantes.
Como el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, se la pasa más tiempo de viaje que en esta ciudad, obviamente sus subalternos hacen lo que se les da la gana.
(Víctor Lara Martínez)