Los orígenes de la mística del arte huichol

Pilar Faller Menéndez

“Sigue tus sueños, ellos saben

el camino”

. Proverbio huichol

Una de las múltiples etnias mexicanas son los wicárikas o wixáricas, mejor conocidos como los huicholes, los cuales son un grupo mayoritario que habita principalmente en el estado de Nayarit, así como en partes de la sierra de Zacatecas, Jalisco y Durango. Esta etnia se distingue por su trabajo artesanal, el cual es muy apreciado por los mexicanos y extranjeros, por sus colores y formas peculiares.

Su origen proviene de una tradición ancestral en las imágenes visualizadas por los chamanes huicholes, realizan una transcripción física de éstas las cuales se presentan durante la ingesta del Peyote al que se refieren como el “hikuri”, cactus sagrado que les permite cruzar el umbral de lo desconocido y relacionarse con lo divino mediante rituales sagrados que realizan.

Las obras de arte huichol están realizadas con chaquiras o hilo de estambre, y cada una representa motivos simbólicos como la historia de su cultura, así como las leyendas acerca de su cosmogonía en la cual nos ofrecen un panorama más amplio de su sociedad la cual se rige a través de una castas de chamanes, hechiceros y guerreros que libran grandes batallas en el mundo sobrenatural a fin de resolver asuntos divinos o mundanos. Al gobernador se le conoce como Mara’akame, cuyo significado es “aquel que sabe”.

Debido a que el arte huichol proviene de una práctica religiosa de un grupo indígena específico, éste tiene dimensiones distintas al arte contemporáneo convencional. El mundo, según los huicholes, se encuentra dividido en tres universos: el de la mitología en la cual sostienen la creencia de que la vida comenzó en el océano, el universo del maíz en el cual se desarrolla su vida cotidiana, y el universo místico el cual está relacionado con sus tradiciones que revelan su y el arte de sus rituales, los cuales los distinguen y les dan su propia identidad como comunidad.

No existe duda alguna de la fascinación que provoca esta etnia, sobre la que no se tiene muy claro su origen, ya que durante la Conquista muchos de los sobrevivientes de diversos pueblos indígenas se internaron en la Sierra Madre Occidental para huir de las tropas españolas.

Podría considerarse que el arte huichol es una especie de escritura, ya que a través de sus creaciones este pueblo relata sus historias y mitos dejando en cada una de sus artesanías un pedazo de su vida. Puede afirmarse que en México no existe otro grupo étnico como los huicholes que conserve con tal profundidad sus creencias, cultos y tradiciones como éste.

La belleza enigmática del arte huichol es capaz de llevarnos por caminos míticos y acercarnos al principio de los tiempos de su cultura que no se limita a los dibujos de estambre o a las figuras envueltas en chaquiras, sino en el mundo que existe gracias a la experiencia visionaria y el esfuerzo de obtener el “nierika” como ellos llaman al “don de ver” la cual es la conexión entre el pasado y el presente que obliga al peregrino a permanecer en el momento presente junto a la sabiduría del universo. Es el corazón de la reencarnación de lo eterno, como si fuera el origen verdadero de la vida, motivo por el cual su creación artística significa para ellos una dimensión cosmogónica en la que intentan explicar la creación del mundo, ya que en la cultura huichol el mundo tiene una dimensión sagrada en la que el “mara’kame” tiene acceso a través de un sueño para establecer una relación entre el mundo de los dioses y el profano.