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Yucatán

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Dicho que sin haber razón de ser, se ha usado en Yucatán de tarde en tarde.

Y decimos que sin razón de ser porque meter al caldo en cuestiones de edad o de antigüedad es una barbaridad. ¿Quién inventaría la frasecita insólita? Algún holgazán que sin tener nada mejor que hacer, se puso a “crear” una palabra para completar sin ton ni son la idea de vejez. Y ocurriósele lo de “caldo” como pudo habérsele ocurrido “la leche”, “el pan” o “las panetelas”.

Nosotros la escuchamos por primera vez allá por los cincuenta, pero la frase no prosperaba y el fulano que la decía la repetía como los loros sin que nadie más le siguiera la corriente, como vulgarmente se dice. Y aún ahora poco se dice y menos se repite pero ahí está, como una curiosa frase yucateca para significar que un reloj es del siglo XIX y ya no da la hora, un automóvil es un Studebaker de los cuarenta, o, tratándose de personas, que Don Bucho ya cumplió el siglo de edad o que el Mírtilo ya pasó de los noventa.

Ejemplo:

-Oye Barrigas…

-Sí, Gasolina…

-Vamos a dar una fiestecita y tirar la casa por la ventana, pero sólo con puro jovenazo como tú y yo, el Abog. Patrón, don Eduardo, el Chikis…

-Oye, y no olvides al Dr. Gorgojo…

-¡Ay no! Ese es más viejo que el caldo…!

Poesía joven de Yucatán

Juan Manuel Góngora Briceño

VII

Un caluroso verano viene

dejando atrás a la primavera,

el calor asemeja a una fiera

dejando atrás lo que conviene.

Y no me dijiste nada al partir,

simplemente te fuiste, cuidadosa

lo planeaste, se marchitó la rosa,

sin pétalos, ya no quiso vivir.

Aún recuerdo esa primavera,

tal vez con más calor que el de ahora.

Triste atardecer de los días.

Hace demasiado calor, respira.

Haz las paces contigo mismo, mira…

¿Acaso quieres seguir bajo el sol?

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