Silvia Terán, antropóloga e investigadora de Patrimonio y Museos Comunitarios de la Dirección de Patrimonio y Cultura de Sedeculta, dijo ayer que Yucatán es el Estado que más puntadas de bordado tiene: 26 de un total de 36 registradas en el país.
“De estas 26 –explicó– 16 son de máquina y otras 10 son de mano. Además, Yucatán es el único Estado del país donde se tienen constancias de la presencia de bordado prehispánico, concretamente en los textiles rescatados del cenote de Chichén Itzá, y que pertenecen a la colección del Museo Regional Palacio Cantón.
Entre los bordados de mano, que están en riesgo de desaparecer, está el chuuyk’ab, o ‘bordado de mano’, que en los libros de bordado se denomina ‘punto de satín’ o ‘punto pasado plano’. Sabemos que es prehispánico porque es el que se encuentra decorando algunos de los textiles carbonizados que fueron encontrados en el cenote de Chichén Itzá. Otra puntada, de la cual no hay evidencia física, pero que seguramente es de origen prehispánico, es el xmanikté, que actualmente es un bordado que se hace sobre una tela previamente deshilada.
El chuuyk’ab o ‘bordado de mano’, que se encontró en Chichén Itzá, es de un tipo de bordado que prevaleció durante la Colonia y casi ya no se hace, porque todos los bordados de mano están en peligro de extinción, pero el de máquina es el macizo, en realidad “los nietos” digo yo –comenta doña Silvia-, del chuuyk’ab.
Característica
Una característica del bordado de mano –comentó también la investigadora– es que se rellena casi siempre en tres colores para darle profundidad y evitar que se vea plano. Por ejemplo, en una flor roja le ponen un tono de color en las orillas, después otro más desvanecido o menos fuerte, y sigue el más fuerte.
Normalmente de lo que se habla siempre en México es de los textiles tejidos en telar de cintura, que tienen decoraciones de brocado. El brocado es como el dibujo que se hace en el textil conforme se va avanzando en el tejido, en cambio el bordado se hace con aguja e hilo en una tela previamente hecha, y entonces se decora sobre ella, porque no forma parte de la tela como el brocado.
El bordado prehispánico, el chuuyk’ab, o ‘bordado de mano’, se conoce también como punto de satín o punto pasado plano, y por ejemplo la swástica bordada que se encontró en el cenote es de ese tipo.
Única de Yucatán
En esta parte, doña Silvia nos dice:
De la puntada xmanikté, su nombre sólo es en maya, no existe en otro idioma ni su nombre ni su tipo, y está basada en los rombos de la serpiente de cascabel. Además xmanikté quiere decir: “La flor siempre viva”, pero también se le llama xmanikbeen, que quiere decir perpetuidad. O sea, los dos nombres dan la idea de algo que no se termina. Esta puntada aunque no hay evidencia física, todo apunta a que es prehispánica.
–¿Hubo muchas puntadas en la época prehispánica?
–Debe haber habido muchas. Hay una que se llama Mool Mis, pero es una puntada que también existe entre las puntadas universales y es una doble cruz de San Jorge.
Hay otras puntadas que pudieron haber existido en la Epoca Prehispánica, pero que existen en todo el mundo, no son exclusivas de Yucatán, por ejemplo el punto de contorno, que sirve para delinear.
Utilidad del punto de cruz
Luego entró el hilo contado, el punto de cruz, en la época colonial y se popularizó mucho tal vez porque se podían hacer formas geométricas para representar esos símbolos que tenían mucha fuerza en la Epoca Prehispánica, y todavía ahora en algunas comunidades algunos dibujos se conservan con esas formas muy geométricas. Entonces el punto de cruz por eso fue muy bien recibido, porque se adaptó a esas formas geométricas que tenían. Y luego vino el bordado de máquina que, en realidad, hay mucha gente a la que no le gusta, porque dicen que lo de mano es mejor y de más calidad, etcétera, pero lo increíble es que las bordadoras yucatecas mayas son tan hábiles que han hecho del bordado en máquina todo un arte, y han desarrollado un montón de puntadas muy lindas, sobre todo en lo que se llama rejilla, digamos todas las puntadas caladas, ellas las han desarrollado muchísimo, pero porque parece ser que en la Epoca Prehispánica también los tejidos con calados eran muy populares.
–O sea que ya lo traen de herencia…
–Sí. Ya traen de herencia el uso del calado.
La puntada serpentina
–Ahora se ha estado difundiendo esta puntada serpentina del xmanikté.
A un grupo de mujeres de Abalá yo le di un curso de xmanikté hace 30 años para que lo hicieran y no lo quisieron hacer porque decían que es muy difícil.
Pero ahora lo han estado difundiendo, y me dijeron:
–Doña Silvia, aquellas flores que nos enseñó hace tiempo y que no las quisimos hacer, ahora ya las estamos haciendo y las estamos difundiendo, así que no se preocupe, ya verá que no se extingue esa puntada.
Y sí, ya han dado muchas capacitaciones, y la gente la está apreciando. Entonces es importante, aunque no la hagan para vender, sino para usar, pero que la sepa mucha gente, para que se conserve. Eso es lo que a mí me importa.
(Roberto López Méndez)