NEWSLETTER POR ESTO!
Suscríbete y recibe la información más relevante
Volver
ÚLTIMA HORA
México
Trasladan a Mario Alexander 'N' 'El Piyi' al penal de El Altiplano en el Estado de México
Volver
Por Redacción Por Esto!
31 de Aug de 2019
2 min
Escrito por Redacción Por Esto!
Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
No lo acepta el DRAE.
Sin embargo, el del Dr. Güémez Pineda lo registra de la siguiente manera:
achocón adj. Se dice de la persona que se mete a donde no lo llaman. Entrometido, metiche. (Basado en el vocabulario del Dr. Jesús Amaro Gamboa).
Y aunque en nuestra península sobran los “achocones”, esta voz no es privativa de nuestra región, pues lo mismo hay “achocones” en Mérida que en Jalisco, Costa Rica, la Ciudad de México y desde luego, en países extranjeros al otro lado de los Estados Unidos.
El “achocón/a” puede presentarse en dos versiones: el que asiste a todo sitio donde hay festejo o acto cultural con sus buenos vinos al final, y el que por casualidad va por una calle y descubre que en alguna casa particular o negocio se está celebrando algún evento con tragos y bocadillos (puede ser la inauguración de un comercio o el cumpleaños de cierta persona, etcétera). El individuo sabe que nadie lo conoce y que en aquella casa o negocio disfrutará de buen vino y exquisitos platos de comida, y sin pensarlo dos veces, se introduce y va directo a la mesa donde se sirven tanto los tragos como el “pipirín” y pide ambas cosas.
Ejemplo:
En el cumpleaños del Mtro. Guty:
-Oiga, Mtro. Coronado ¿quién es ese sujeto que devora la comida y ya gastó una botella de Johnnie Walter?
-Sepa la torta: ha de ser un “achocón”.
La Hora del Poeta
La sabana del descanso
Soneto
Hecelchakán, sabana del descanso
Pueblo mío que en tus aires me forjé,
Tus pétalos de Luna son remanso
Que aún esquiva la añoranza, yo te amé.
Tus caminos sedientos, mis anhelos
Y en tu templo mis angustias yo prendí
Jugando en tu gran plaza los mozuelos
El amor que tú enseñaste yo aprendí.
Tus campanas formadas de azucenas
Y badajos con flores de alhelí
Susurran alabanzas a tus penas.
Mientras en tu alma se posa un colibrí…
¡Señor de la salud! ¡Hay gentes buenas!
¡Perdona sus errores! ¡Piedad por mí!
Hansel de T. Ortiz Betancourt
NEWSLETTER POR ESTO!
Suscríbete y recibe la información más relevante
Suscríbete a: