La fotografía es un trabajo noble: Monseñor Pedro Mena Díaz

“La fotografía es un trabajo noble que además tiene mucha utilidad para la historia de la Iglesia”, refirió Monseñor Pedro Mena Díaz, Arzobispo Auxiliar, durante el desayuno al que fue invitado por parte de miembros del Sindicato Único de Fotógrafos de Yucatán.

Este sindicato cumple 41 años de existencia a inicio del 2020, por lo que esta profesión vive una situación complicada por las nuevas tecnologías, sin embargo y por fortuna siguen de pie, lo que mantiene entusiasta a Monseñor.

“Mucho entusiasmo, aunque me dicen que ha bajado el número de miembros, yo los aliento a que sigan muy unidos porque es un sindicato que tiene más futuro aunque estén pasando por momentos difíciles ahora; nosotros tenemos el deseo de apoyarlos porque se ve el entusiasmo y les agradezco mucho la invitación, el recibimiento, recuerdo que a su inicio sólo tenían un cuartito donde se reunían y poco a poco han ido creciendo y qué bueno, yo creo que así tiene que ser la institución del sindicato, siempre construyendo su futuro porque tienen a sus familias que sostener y creo que es un trabajo noble que además, tiene mucha utilidad para la historia de la Iglesia”, agregó el Arzobispo Auxiliar.

“Una bonita profesión para que las nuevas generaciones sigan la enseñanza de sus abuelos o sus padres”, admitió Mena Díaz.

“Exactamente y además las nuevas generaciones tienen la oportunidad de actualizarse a través de la tecnología para ofrecer otros productos mucho mejor y eso es bueno, que se vayan renovando de generación en generación; yo disfruto más cuando veo los álbumes con las fotos impresas que estarlas buscando en el celular, las gozo, es como un libro abierto diferente a las que llevo en el celular, no podemos estar contra la tecnología, pero que no se deje de valorar el esfuerzo y la creatividad de las mujeres y los hombres que se dedican a la fotografía”, añadió.

Monseñor pidió a la ciudadanía que confíe en los fotógrafos, que valoren su trabajo, ya que por su parte siempre les ha brindado la ayuda para que realicen sus actividades.

“Por eso siempre los he apoyado desde que fui párroco en San Cristóbal, pedimos a la gente que los valore, no permito que en misa saquen sus celulares porque interrumpen la ceremonia, el otro día un padrino quiso tomarse una selfie y le pedí que guardara su equipo porque estas celebraciones se van perdiendo y no debe de ser así”, concluyó el entrevistado.

Por su parte, Marcos Rodríguez, secretario general del Sindicato de Fotógrafos del Estado de Yucatán, habló sobre esta larga carrera como profesionistas de la lente.

“Nos deja mucha experiencia, gratitud, agradecimiento a la sociedad yucateca por permitirnos tener presencia, a pesar de los avances tecnológicos; yo tengo el gusto, el amor por la fotografía, por la enseñanza de mi señor padre que fue fotógrafo de un medio de comunicación en los años 60s, con él le agarré el gusto a la óptica y eso es lo que nos deja.

“El fotógrafo tiene presencia en la vida de la sociedad estando en los actos sociales y formando parte de la religión, porque estamos presentes en varios de los sacramentos, bautizos, confirmaciones, primera comunión, ordenación sacerdotal, matrimonios, por eso formamos parte de la sociedad y estamos muy agradecidos que sigan dándonos esa confianza, queremos seguir sirviéndoles y por eso nos capacitamos, nos actualizamos, asistimos con el clero a las pláticas para saber acerca de los momentos que vamos a respetar del acto religioso, no interrumpir y los 108 miembros que estamos en el sindicato estamos capacitados y sabemos cómo corresponder, por eso les pedimos que contraten un fotógrafo porque, estoy seguro que en casa de cada familia de la sociedad existe una fotografía tomada por los socios de este sindicato, por eso digo que formamos parte de la transformación política, social, cultural, económica, deportiva y de todos los ámbitos del estado”, manifestó Marcos Rodríguez.

Finalmente, el entrevistado dijo que la sociedad puede contactarlos a través del número de celular. 9992 479828.

(Texto y fotos José Luis Díaz Pérez)