Investigadores hicieron un llamado para cambiar los hábitos de uso del agua y evitar que ésta se siga contaminando, porque el acuífero de Yucatán es altamente vulnerable por el tipo de suelo.
El Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales fue sede de foro “Manejo y preservación del agua en Yucatán”, organizado por la Asociación de Egresados de la UNAM (ASEYUNAM) en coordinación con el Cephcis.
La presidenta de la ASEYUNAM, Alba Rosa Rivera, destacó la necesidad de un cambio de hábitos para el cuidado del agua, pues dijo que la situación a nivel mundial del vital líquido es alarmante.
En este sentido, señaló que de acuerdo con datos de la ONU, en el mundo hay 7 mil 769 millones de habitantes, de los cuales 2 mil millones viven en lugar donde hay escasez de agua, mientras que otros 4 mil millones han padecido escasez al menos una vez al año.
“Es decir, que el 80 por ciento de la población empezará a tener problema de agua”, manifestó.
Dijo que, entre las actividades que más desperdician agua, está la agricultura con el 70 por ciento del líquido que usa; la industria, con el 22 por ciento y 3 por ciento por el consumo humano. En cuanto al desperdicio de agua por agricultura, dijo que se desperdicia por evaporación, por fugas y porque en México se cuenta con una infraestructura de riego obsoleta.
Muchas lluvias en Yucatán
Señaló que es en la Ciudad de México donde se desperdicia más agua por las fugas de la red hídrica. Señaló que se desperdicia alrededor del 40 por ciento de lo que se consume.
Comentó que Yucatán se encuentra entre los Estados que reciben más precipitaciones pluviales, pero por desgracia alrededor del 70 por ciento del agua se evapora o se va a los mantos acuíferos.
Resaltó que la industria que más contamina es la acuacultura, seguida de la actividad azucarera, de la petrolera y la química, por lo que valdría la pena volver a consumir pescado extraído del mar.
“Es fundamental cambiar hábitos de consumo para un desarrollo sostenible y cambiar los parámetros de consumo, como regresar a la pesca de mar, siendo que la acuacultura es una de las actividades más contaminantes”, reiteró.
Altamente vulnerable
Por su parte, la investigadora Mónica Chávez Guzmán, del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY, expuso que el acuífero de Yucatán es altamente vulnerable debido a que contamos con un suelo poroso, calcáreo, por lo que el agua no se filtra y llega directamente a los ríos subterráneos y al manto acuífero.
Además, dijo que el agua dulce reposa sobre agua salada y la explotación en demasía de agua dulce puede llevar a la contaminación por sal. Además, cuando se filtra agua contaminada al subsuelo no sólo se contaminan los ríos subterráneos, pues por la forma en que se mueve el agua la contaminación seguro va al mar y ahí resultan impactadas las diferentes especies marinas.
(David Rico)