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Yucatán

En el marco de la Misa del Espíritu Santo y del inicio de clases en el Seminario Mayor, encabezada por el Arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega; así como del Obispo Auxiliar, Pedro Sergio Mena Díaz, y el Arzobispo Emérito, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán; presentaron al nuevo rector de esta casa de estudios, responsabilidad que recae en el Pbro. Luis Alfonso Rebolledo Alcocer, cuya gestión inició desde el pasado 30 de julio y ésta será por tres años.

Las actividades iniciaron con el informe del rector saliente, Pbro. Gilberto Pérez Ceh, quien estuvo al frente de esa casa de estudios cuatro años para dar paso a la misa del Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega en la invocación al Espíritu Santo.

Sobre el particular, Rodríguez Vega hizo hincapié en que el Espíritu Santo es el formador de cada cristiano, de cada seminarista y de cada presbítero o profesor de cada joven seminarista, y que toda la vida estamos llamados a ser formados por el Espíritu Santo.

Añadió que, en el día a día de la vida cristiana, el Espíritu Santo nos enseña, nos recuerda, que las enseñanzas de Dios son para todos y la formación es para todos y hoy lo invocamos en lo particular para los seminaristas y formadores, así como todos los que colaboran en la formación de los futuros sacerdotes de Yucatán.

Amor y vocación son las palabras, y nadie tiene vocación sin que Dios lo ame y ésta se descubre conforme crecemos.

Añadió que la vocación siempre ha existido, antes de la concepción y se va descubriendo conforme nos forman en la fe, y los jóvenes seminaristas descubrieron que Dios los llamaba y llegó el momento de ingresar al Seminario y de entrar de una etapa a otra, y para algunos llegará la ordenación sacerdotal.

Un gran testimonio

El Arzobispo Rodríguez Vega mencionó que un joven seminarista es un gran testimonio, un milagro de Dios, ahora se viven tiempos difíciles para la fe y la Iglesia, cada vocación es un milagro de Dios, y cada joven seminarista debe decir “soy un muchacho que responde a Dios con amor, El me ama y le quiero corresponder a ese amor”.

Agregó que un joven seminarista vive de manera singular, amando a Dios sobre todas las cosas, encima del amor a Dios, sobre todo, esta el amor al prójimo.

Insistió que el convivir con otros compañeros contribuye al proceso de formación cada seminarista, forma poco a poco, hay que aprender qué es la Iglesia y en el Seminario hay una pequeña Iglesia, en el Seminario hay una pequeña comunidad y debe haber fraternidad. El llamado es a todos a ser humildes unos con otros, pero humilde no significa ser acomplejados, ser humilde es reconocer a Dios y a todos.

La humildad reside en reconocerle su dignidad de personas a los demás, ser humilde es tratar a los demás como se merecen, como hijos de Dios; soportarnos unos a otros, aunque fueran muy santos, se tienen que soportar unos a otros y así crece la fraternidad, aprendiendo a sacrificar para convivir con quien corresponde, con los compañeros que el Señor nos ha dado, cada compañero es un regalo de Dios, es una expresión del Espíritu Santo para formarse en vida comunitaria y vida sacerdotal, tener amor a Dios.

“Pidan por los padres formadores, es vida sacrificada, es una nostalgia no estar frente a una comunidad parroquial, pidan por ellos con alegría y entusiasmo para que se realicen como sacerdotes formándolos a ustedes, amen a sus formadores y amen a su familia y a quienes los apoyan de cualquier forma, oren por esa gente que está fuera del Seminario, pero entorno al mismo ámenlos, orando por ellos, amen a la gente que conocen en sus apostolados, una buena oportunidad para crecer en amor pastoral poco a poco.

“Requerimos sacerdotes enamorados de Dios y de la Iglesia, que descubran qué significa vocación bautismal, no asuman actitudes de prepotencia, sino de calidad humana dándole el lugar a los demás de fraternidad”, remató el Arzobispo.

Nuevo rector

Tras el informe que leyó el rector saliente, Pbro. Gilberto Pérez, el padre Rebolledo Alcocer fue instituido anoche como rector del Seminario Conciliar de Yucatán, en una ceremonia en la cual le fue conferida la responsabilidad y en la que se dio lectura a la carta emitida por la Cancillería de la Arquidiócesis de Yucatán, en la cual es nombrado a partir del 30 de julio del presente año como nuevo rector.

El Pbro. Rebolledo Alcocer mencionó que el Seminario Mayor cuenta actualmente con 48 instructores, unos 39 sacerdotes, una religiosa y 8 seglares, así como los asesores espirituales internos y externos.

Para el actual curso 2019-2020, la matrícula del Seminario es de 40 estudiantes, 11 ingresaron en curso introductorio, 11 en etapa discipular y 18 en Teología.

Al Seminario Menor de San Felipe de Jesús ingresaron unos 45 estudiantes al curso actual.

Escasez de alumnos

Por su parte, el rector saliente, Pbro. Gilberto Pérez Ceh añadió que durante el curso 2018-2019 se contó con 48 alumnos distribuidos en la siguiente manera; 15 en el curso introductorio, 15 en la etapa discipular y 18 en Teología, pero reconoció que en el Seminario Mayor el alumnado va a la baja, ya que por la escasez de alumnos no tuvieron el curso de primero de discipular y tercero de Teología.

De la misma manera reconoció que, al finalizar el curso, siete jóvenes abandonaron el proceso, cuatro de manera definitiva y tres con la posibilidad de regresar.

Resaltó que, en el curso pasado, tres seminaristas fueron ordenados diáconos transitorios, cuatro candidatos a las órdenes sagradas y cuatro de lectorado.

En el Seminario Menor se puso en marcha la carta responsiva para menores de edad, tanto para el ingreso como el egreso, así como un seguro para los estudiantes que en esta ocasión tres de ellos hicieron uso de mismo.

Del Seminario Menor al Mayor, ocho dieron el paso a la etapa discipular y en el curso discipular se contó con 15 seminaristas.

(José Manrique)

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