Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
Es una frase un tanto larga que no está en los diccionarios regionales pero sí, en su esencia, en el DRAE:
HOMBRE interj. Expresa sorpresa o asombro.
(Notará el lector líneas arriba que hemos escrito “hombe” en vez de hombre, toda vez que un gran número de yucatecos se “comen” la “r” de tal palabra).
En realidad, no sólo en esta expresión, sino en muchas, pronunciamos “hombre” sin la “r” (“hombe”) como en España la dicen muchos españoles.
El Diccionario del Español Yucateco del Dr. Güémez Pineda lo señala muy claramente:
¡hombe! Interj. 1 Apócope de hombre, ser animado racional, varón o mujer.
El Diccionario de Mejicanismos (sic) de Ramos y Duarte del siglo XIX no incluye “hombe” pero sí “home”:
Home (Yuc.), s.m. Hombre. La palabra “home” es anticuada.
Ejemplo de nuestro tiempo:
En el Moncho’s:
-¿De dónde vienes, Chucho? -pregunta el Chino.
-De comprar mi billete.
-Oye, a cómo cuestan…
-Según y conforme.
-Oye, ¿y tú has ganado alguna vez?
-Tuve un reintegro de diez pesos…
-¡Hombe, qué suerte!
ARTICULOS DE HACE 90 AÑOS QUE, AL PARECER, RETORNAN AL MERCADO.- En los años 30 la moda eran las máquinas de escribir, instrumento indispensable para oficinistas, periodistas, reporteros, escritores y muchas otras personas más. Faltaría casi un siglo para el advenimiento de la computadora, el teléfono móvil y todos esos aparatos modernos sin los cuales, al parecer, muchas personas sufrirían lo indecible. Como ejemplo de la venta de dichos productos en aquellos hoy lejanos años publicamos el anuncio de la “Distribuidora de Productos Agrícolas e Industriales, S.A.” justo en el centro de nuestra ciudad. Ahí se venden cintas para máquina, tintas, papel carbón, broches y otros artículos muy solicitados en esa época.
Hoy hemos observado en algunas calles de Mérida negocios que venden máquinas de escribir, cintas para dichas máquinas, papel de diversas medidas, etcétera. Y los clientes no faltan. (Archivos privados del Dr. Raúl Vela Sosa)