Con la participación de más de 800 niños y niñas arrancó ayer el ciclo escolar del Centro Cultural del Niño Yucateco (Cecuny).
La coordinadora general del Cecuny, Regina Carrillo Ramírez Valenzuela, informó que en esa institución se imparten más de 20 talleres de iniciación artística y de fortalecimiento de la identidad cultural; se trabaja con niños pequeñitos, que tienen 4, 5 y 6 años de edad, en creatividad; con los niños de integrales, de 7 y 8 años, y los niños que a partir de los 9 años ya están en los talleres específicos de las áreas de música, artes visuales, artes escénicas, teatro, danza, expresión literaria, etc.
–¿Cuántos niños participan?
–Cerramos la semana de reinscripción y de inscripción con aproximadamente 800 niños que vienen de diferentes instituciones educativas, tanto privadas como públicas; aquí atendemos a todas las niñas y los niños que estén interesados en una formación artística, dependiendo de la edad en que se encuentran; a partir de los 8 años ellos ya pueden elegir los talleres a los que quieran inscribirse que puede ser guitarra, violín, piano, acuarela, artes visuales en general, teatro, expresión literaria, pueden ser muchas cosas, mientras que los niños más pequeños pasan por una serie de etapas de sensibilización y acercamiento a todas las áreas para cuando tengan 9 años puedan también elegir.
Metodología
–¿Entonces estos talleres llevan una secuencia para ir formando a los niños?
–Llevamos una secuencia específica, una metodología Cecuny, que responde a una filosofía socioconstruccionista y de acercamiento al arte; acá lo que queremos es proporcionarle a los niños un espacio de creatividad, de libertad y de expresión.
–¿Estos talleres son como un complemento a la educación que llevan en sus escuelas?
–Por supuesto, yo creo que el arte, la formación artística, es fundamental en la infancia, siempre tiene que estar presente como complemento y como prioridad también para la formación de las niñas y los niños: tenemos una edad límite hasta los 12 años; se cuenta con muchas aulas, es un espacio muy grande e histórico que ha sido adaptado para poder responder a toda la demanda que hay; en enero próximo cumplimos 25 años formando a niños y niñas; yo creo que una de las metas es aumentar nuestra capacidad para atender a cada vez más niños con maestras y maestros preparados”, dijo.
Su primer día
Por su parte, la señora Ana María Pinzón comentó: “Vine a traer a mi nietecita porque me gustaría que aprendiera también cualquier tipo de arte como lo hicieron mis hijas hace aproximadamente 15 años; una de ellas es la mamá de mi nietecita Sofía”.
“Estas clases son muy buenas al empezar desde niñas, porque así uno tiene bases de todo en la vida, una disciplina y a mí me gusta que mi nieta aprenda jazz, pintura y teatro, pero además esto me hace feliz, la espero de las 4 de la tarde a las 7 de la noche, es mi pedacito de mi corazón, vale la pena, es el primer día, vamos a ver cómo nos va”, concluyó.
(José Luis Díaz Pérez)