Yucatán

El censo pesquero y la veda del mero en Yucatán

Dr. Delfín Quezada Domínguez*

Con mucho interés personal y además académico, he seguido los pormenores de las acciones realizadas por la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables de Yucatán (Sepasy) referente al censo de pescadores que laboran en nuestros activos puertos. Al mismo tiempo, y muy vinculados el uno del otro, son los preparativos para el período de veda del Mero, especie del Golfo y del Caribe muy apreciada por su sabor en los mercados locales, nacionales e internacionales. Los Diarios Por Esto! les han dado amplia cobertura a ambas acciones.

Tanto el censo pesquero como los preparativos de la veda han traído muchas inconformidades en el sector, pues algunos reclaman su exclusión del mismo, mientras que otros manifiestan que se incorporaron a personas que no son pescadores sino más bien son permisionarios o comerciantes de productos del mar, etc. Como cada año, este problema se presenta por varias razones, de las cuales quisiera comentarles a mis lectores interesados en el sector algunas de éstas (razones).

Primera razón, es que aún la Conapesca ni el Inapesca, instancias del orden federal que rigen las riendas del sector pesquero nacional No se ha dado la tarea de realizar estudios de factibilidad para la apertura de otras pesquerías de especies de escama en aguas yucatecas. Esta razón que esgrimimos, sería con el fin de desahogar el malestar en el sector, pues la mayoría de los hombres del mar se quedan prácticamente dos meses sin trabajo. Durante este tiempo de veda del mero que es del 1 de febrero al 31 de marzo solamente se puede capturar la langosta marina, especie que está reservada para el sector social, observándose una inactividad muy patente en los puertos yucatecos.

Segunda razón. El programa de apoyo a los pescadores durante la veda del mero es un programa que deberá cambiar de formato o, en su caso, finiquitarlo para darle cabida a otras formas de apoyo mejor planificadas. En el cambio de formato se sugiere, y se ha sugerido, que los pescadores realicen un ahorro durante los meses que está permitida la captura de esta especie, para que durante la veda se les entregue un peso por cada peso ahorrado. El Gobierno del Estado propondría la cantidad tope según su presupuesto. Con este formato se solucionarían dos problemas: el primero, se crearía una cultura del ahorro la cual se carece en su totalidad en el sector, y el segundo, se apoyaría a los verdaderos pescadores que se dedican a la captura, y No a permisionarios (con excepciones, claro está) Ni a comerciantes.

En caso de finiquitar este programa, se sugiere que el presupuesto objetivo se canalice a cursos y talleres sobre reparación de las embarcaciones y motores tanto de la flota mayor como la flota ribereña, la adquisición de insumos para la actividad, cursos donde se apoye con becas a los pescadores y cuyos contenidos serían en la normatividad sobre las vedas, talleres de mecánica de motores marinos fuera de borda, legalidad, derechos y obligaciones, etc.

La Sepasy ha realizado un trabajo muy concienzudo y transparente en el censo de embarcaciones y pescadores el cual forma una herramienta fundamental para la toma de decisiones para el sector. Dicho censo deberá respetarse y apoyarlo de manera desinteresada por todos los miembros que componen el sector, incluyendo los presidentes municipales costeros. Sin embargo, es muy importante aclarar que este censo sólo es válido para las acciones del Gobierno del Estado, pues la facultad del ordenamiento pesquero recae sólo y únicamente en la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), instancia federal que deberá poner mayor atención en el ordenamiento y distribución de los permisos comerciales de captura, así como la Capitanía de Puerto en la entrega de matrículas de circulación. El censo estatal es coadyuvante y no ejecutante.

Se requiere un trabajo constante referente a la información en los puertos pesqueros, una presencia de los funcionarios federales, estatales y municipales vinculados a los cargos explicando los porqués de las acciones llevadas a cabo. De esa manera, crear una comunicación precisa con el sector a través de los Comités de ordenamiento pesquero de cada comunidad pesquera, que, dicho sea de paso, han sido aliados muy importantes para el funcionamiento del sector. También, faltaría reactivar el Consejo Estatal de Pesca y Acuacultura, creando de esta manera la instancia legal y democrática en la toma de decisiones para el bienestar del sector pesquero.

* Profesor investigador de la UADY