Ariel Avilés Marín
Como cada año, desde hace ciento diez años, la Liga de Acción Social llevó a cabo su Sesión Solemne de homenaje a la Ciudad de Mérida, con motivo del 478 aniversario de su fundación. Este año la sesión revistió una circunstancia muy especial en lo que a la historia de la ciudad se refiere, pues la efeméride de la fundación de la ciudad tuvo una feliz coincidencia con otra de no menor importancia. El templo de San Juan Bautista, enclavado en el centenario barrio del mismo nombre, cumple la friolera de trescientos cincuenta años de su edificación. Así que la sesión solemne por el aniversario de la fundación de nuestra ciudad, compartió conmemoración con esta importante fecha de la edificación de la iglesia de San Juan Bautista.
La antigua y bella iglesia de San Juan, rodeada de parques; el aledaño a su costado sur dedicado a honrar la memoria del “Benemérito de las Américas”, Don Benito Juárez García, y el que está ubicado frente a su entrada principal, que es un área recreativa y de reunión familiar, en la que luce su espléndida presencia escultórica la fuente, popularmente llamada de “La negrita”, le dan un entorno rico por su verdor, ya que está enclavada en una zona de intensa actividad comercial diaria, y en una zona muy concurrida de nuestro Centro Histórico. Este antiguo templo es una de las pocas muestras de arquitectura barroca con la que cuenta nuestra ciudad. Hemos de apuntar que, si bien este templo no tiene una profusión de piedra labrada, como ocurre con otras muestras del arte barroco en nuestro país, sí tiene una riqueza ornamental barroca que está presente en una rica manufactura de estuco aplicado a su fachada principal, constituyendo una hermosa muestra de nuestro barroco regional, menos recargado que el que vemos en otras latitudes de nuestra patria.
Este año la Sesión Solemne para conmemorar el aniversario de la fundación de la ciudad cambió de sede, la Liga trasladó el evento de su sede natural, la Casa de España en Mérida, a la sacristía del templo de San Juan Bautista, en el Centro Histórico de nuestra ciudad, con el objeto de rememorar la erección del edificio y dejar constancia de otros importantes acontecimientos de la historia local, que tuvieron como escenario esta soberbia y sólida construcción, varias veces centenaria. La noche del miércoles 8, a las siete treinta de la noche, la directiva de la benemérita Liga de Acción Social abrió su sesión solemne en la forma acostumbrada, el tintinear de la campanilla agitada por su presidente Lic. Héctor J. Navarrete Muñoz, marcó el inicio de la sesión, de inmediato el propio presidente hizo la apertura de la sesión y dio la bienvenida a los asistentes al evento. Acto seguido se presentaron un par de interesantes ponencias sobre la historia del edificio, por el historiador Angel Gutiérrez Romero, y sobre la histórica agrupación de “Los Sanjuanistas”, grupo que emblemáticamente encabezó el Pbro. Vicente María Velázquez, de la autoría del Lic. Jorge Luis Rodríguez Basora, secretario de la Liga de Acción Social.
En su intervención, Gutiérrez Romero, se remontó a los remotos orígenes del templo de San Juan Bautista, el cual, inicialmente, fue una pequeña ermita, situada en lo que en aquel entonces eran los linderos de la ciudad, y que fue edificada casi de inmediato a la fundación de la ciudad. Acotó el historiador que, al ser transformada de ermita en parroquia, ésta guardó siempre una relación profunda con la catedral de Mérida. Señaló que la actual edificación fue construida en un tiempo considerado muy breve, pues se inicia su construcción en 1669, y está concluida seis meses después, en 1670, por lo que este año el hermoso templo barroco cumple trescientos cincuenta años de existencia. Señaló que, la realización de su construcción en este tiempo breve se debió a la voluntad del mecenas que sufragó la edificación del templo, y que fue un rico dignatario del obispado de Yucatán de aquella época, que al poner los recursos suficientes, exigió la rápida edificación efectiva de la parroquia. En forma por demás amena, Angel nos fue narrando cómo se toma la decisión de consagrar el templo a la veneración a San Juan Bautista, el precursor de la llegada del Mesías. Gutiérrez nos pone al tanto de unas plagas de langostas que vinieron a sembrar el hambre y la destrucción de los cultivos, poniendo al Estado en una situación de emergencia, y en ese trance se elige de una terna un santo patrono bajo cuyo amparo se acogiera la población, y así se elige a San Juan Bautista como santo patrono y protector. Con gran amenidad Angel va narrando los distintos cambios que van modificando el templo, las reuniones de los canónigos de la catedral que allí se efectuaban, y otros datos más de profundo interés histórico para Yucatán.
En su turno, el Lic. Rodríguez Basora expuso la acción progresista y liberal que desarrolló en la sacristía de la iglesia el grupo llamado de “Los Sanjuanistas”. Grupo de hombres liberales, de avanzada, que convocados por el padre Vicente María Velázquez tomaron su nombre por usar como sede de sus reuniones de análisis político y social, la sacristía de la parroquia. Entre los destacados miembros de este ilustre grupo, Rodríguez mencionó al propio padre Velázquez, a Manuel Matías Quintana y su célebre hijo, Andrés Quintana Roo, héroe de la Guerra de Independencia; al padre Justis, a Lorenzo de Zavala, al filósofo Pablo Moreno Triay; a Francisco Bates, introductor de la imprenta a Yucatán y editor del primer periódico, El Misceláneo; y otros importantes personajes torales en la historia de esta región del país. Jorge Luis señaló como objeto de las reuniones del grupo, dar seguimiento a los acontecimientos que sucedían en España, la promulgación de la Constitución de Cádiz, el establecimiento de una monarquía constitucional y otros importantes sucesos que incidieron en la historia de nuestro país. Así también, consignó la existencia de un grupo antagónico a éstos, el grupo llamado de Los Rutineros, que representaban la parte más conservadora y reaccionaria de la sociedad de entonces; quienes al restablecerse la monarquía absolutista, con Fernando VII a la cabeza, la emprendieron contra los Sanjuanistas, algunos de los cuales fueron a parar a la prisión de San Juan de Ulúa. La interesante charla de Rodríguez Basora fue muy aclamada por la concurrencia.
Para terminar la sesión, Angel Gutiérrez encabezó un recorrido por las instalaciones de la iglesia, explicando a los asistentes las características de la arquitectura del templo, así como los lineamientos de nuestro barroco regional. La amable reunión concluyó compartiendo los asistentes, calientes y sabrosas tazas de chocolate, acompañadas de delicioso pan de La Mayuquita.
Todos salimos de la iglesia de San Juan con la satisfacción de haber conmemorado dignamente el 478 aniversario de la fundación de nuestra ciudad, y los trescientos cincuenta años de la primero ermita, y luego parroquia de San Juan Bautista.