Luis Carlos Coto Mederos
Reinaldo González Millares
1192
Zunzún
Vi curioso y sorprendido
que un zunzún, todo recelo
surca el aire en corto vuelo
o queda en él, suspendido.
Que lágrimas de Cupido
su pico extremado viola;
cómo en vilo se arrebola
sobre una rosa, en la nada;
¡cuál breve tilde emplumada
acentuando la corola!
Mucho se ha hablado, bastante,
del bello pájaro mosca;
la palabra queda fosca
por su existir deslumbrante.
Es pequeño, y es gigante
de tamaño y esplendor,
y por hábito y color,
o, porque en las flores pose;
en México se conoce
también, como el picaflor.
1193
Mariposa
Lepidóptero que en vela
savia en la corola castra;
larva primero: se arrastra,
luego mariposa: vuela.
Metamorfosis que cela
el iris por sus primores;
capricho de los colores
que por los campos retoza;
¡Refulgente y silenciosa
mensajera de las flores!
1194
Palma
No hay árbol en la floresta,
sin que de impreciso yerre,
que más simbolismo encierre
ni más criollez, enhiesta.
Nuestra palma luce puesta
su toga de prehistoria;
lleva escrita la memoria
rica de la evolución;
mucho antes que Colón
modificara su historia.
1195
Sinsonte
Trovador de pura cepa
–plumada silueta exigua–
salta y canta en la manigua
vuela y gorjea en la estepa.
No hay acorde que no sepa
ni registro que no afronte;
y de la llanura al monte,
con implacable armonía,
impone la sinfonía
de sus trinos el sinsonte.
1196
Cocuyo
Cocuyo, insecto curioso
que en las noches se vislumbra;
cuando al mirar te deslumbra
con su fanal misterioso.
Lepidóptero dichoso,
ojival, negruzco y romo;
recuerdo infantil retomo
cuando furtivo y sin traba,
con mi abuelo lo cazaba
para encerrarlo en un pomo.
Un cocuyo es una estrella
con un pedazo de cielo,
que va paseando su rielo
por la noche quieta y bella.
Es, un insecto en querella
con su sino natural;
pues en el reino animal
prisionero le ha dejado,
¡siendo un azabache alado
con destellos de cristal!
1197
Arrollo
Corran por el cauce, musas
de profunda inspiración,
que su corriente en acción
no enturbien aguas intrusas.
Corran limpias y profusas
entre fértiles riveras,
como dignas mensajeras,
que sorteando cada escollo,
formen poético arrollo,
por culturales praderas.
Larga sierpe cristalina
esquivando cada escollo,
repta apacible el arroyo
a los pies de la colina.
No enturbia ni arremolina
su constancia transparente;
aunque en renuevo aparente,
guijarros arrastra, y granas,
que ostenta como sus canas
en el lecho la corriente.
Especie de riachuelo
que viejo y nuevo a la vez
lleva juventud y vejez
en cotidiano desvelo.
Guardó su lecho con celo
huellas de agreste batey,
fue aguada del siboney,
y el chortal que lo origina;
¡brotó en ojos de Guarina
cuando quemaban a Hatuey!
1198
Alacrán
Lento y callado se mueve
el misterioso alacrán,
enigmático en su plan
recios temores promueve.
Aguda ponzoña breve,
peligro y fin de su cola;
bien enarcada enarbola,
cuando en guardia se desplaza;
en busca de incauta caza
que su territorio viola.
Arácnido venenoso
que, con la ponzoña en vilo,
se mueve en mudo sigilo
rectilíneo y receloso.
Nocturnal y majestuoso,
como atenuada versión,
del mortífero escorpión
de padres peninsulares,
cruzó enrolado, los mares,
en las naves de Colón.