Cuando el escritor irlandés Jonathan Swift estaba en peligro de perder la visión de un ojo y después de la operación exitosa, dijo al facultativo:
–Le debo la vista, querido médico.
–La vista y nueve visitas más –respondió el doctor, ante lo cual, el magistral prosista respondió:
–No se preocupe, doctor, que las visitas que me hizo las empiezo a devolver mañana mismo y las saldaré una por una, pero la vista se la debo.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca