Yucatán

Yucatán Insólito

Las Navidades yucatecas del siglo XX y las actuales

Nosotros vivimos y disfrutamos las navidades del siglo XX. Hablamos de los 40, cuando, chiquillos todavía, aguardábamos con fervor la noche del 24 de diciembre, preparados para ser regalados con los acostumbrados juguetes, no los elegantes y sofisticados de los chicos adinerados, pero sí con un número de cierta originalidad, de ésos que vendían las jugueterías del centro de la ciudad. Más allá estaban las de medio pelo, donde los miserables pagaban con morralla juguetes usados para sus hijos.

Los adultos

Mientras sigilosamente nuestros padres depositaban aquellos juguetes (invento de algún gringo o judío para hacerse rico a costa de los infelices y no tan infelices), la gente adulta ya había dispuesto la cena navideña con el pavo-avestruz presidiendo la enorme mesa atiborrada de copas, vasos, platos y platones, botellas de vino (francés los que las pueden), de whisky, vodka, ron, y más allá, veíanse unos barriles de metal repletos de cerveza Superior, Carta Clara o lo que Ud. quiera, nadando entre trozos de hielo partido a mano con la ayuda de un martillo por los criados de la casa o, en su defecto, unos tipos sucios con caras de pocos amigos, contratados ex profeso. De lo demás no me acuerdo: papalinas como hasta hoy en este siglo 21.

Nota especial para Faulo y esposa

Ustedes saben el motivo de mi ausencia en la boda de los tórtolos. De todos modos, ahí estuvimos, de alma entera. Unos días antes, Faulo y Leti nos visitaron en nuestro lecho de enfermo (que no de rosas), lo que habla de nuestra inquebrantable amistad. Gracias por los “cookies”…

Palangana de raíces (Concluye)

En esta obra, amena y divertida, independientemente de lo anterior, Mario Montero Medina no tan sólo se limita a enseñarnos las toponimias, los gentilicios y los regionalismos de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, puesto que también menciona el significado de diversos términos empleados en varios Estados de nuestro país.

Cabe hacer notar que en el desarrollo de su obra Montero Medina hace un paréntesis, para reconocer las valiosas aportaciones que en el campo de los regionalismos nos ha dado el titular de esta columna Don Roldán Peniche Barrera.

Estoy cierto que “Palangana de Raíces” es una obra que nos hacía falta para adentrarnos en el estudio de las raíces mayas y con su llegada, Montero Medina se anota un éxito más, en su ya larga trayectoria de obras didácticas que tanto lo honran y lo prestigian.

Un abrazo

Jorge Parra Zapata