Tuuskeep Kasperchack
—Tuuskeep, honor a quien honor merece: la nota de Rafael Mis Cobá, destacado reportero de POR ESTO!, que se publicó el domingo pasado en la página 7 de la sección La Ciudad fue profética en todo sentido.
—¿Por qué lo dices, Herculano?
—¿Cómo que por qué? Te voy a leer el primer párrafo y luego me dices si estoy o no en lo cierto: “A 24 horas de rendir su Primer Informe de Resultados y ante la advertencia de algunos grupos ciudadanos de encabezar protestas por el aumento de impuestos que promovió para este año, el Gobernador Mauricio Vila Dosal se puso ayer los guantes de box y lanzó rectas y cruzados. ¿Se prepara para repeler golpes?”.
—¡Hijos, Heculano, no había reparado en la capacidad visionaria de Mis Cobá! Mis respetos, pues eso es precisamente lo que ocurrió el domingo, cuando la policía gaseó a varios centenares de personas que ejercían sus derechos constitucionales de libre manifestación y de expresión.
—Según el titular de la SSP, Luis Felipe Saidén Ojeda, solo un elemento de esa corporación, al que identificó únicamente como “el policía tercero C. M. S.”, fue el que disparó una granada de gas lacrimógeno cuando vio que la avanzada de los manifestantes logró romper el cerco de vallas y comenzaron a zarandear a varios de sus compañeros uniformados, a quienes, además, despojaron de sus escudos. Me temo que nuestros agentes no asimilaron eficazmente las técnicas antidisturbios que les enseñan los instructores israelíes que los entrenan.
—Entonces debió ser una megagranada pues, con base en las fotografías y videos que circularon profusamente en las redes sociales, el volumen de gas que se esparció en el ambiente alcanzó una amplia superficie e hizo huir a parte de la muchedumbre, entre la que había mujeres, niños y senescentes. ¿Te imaginas que otros policías también hubieran disparado sus escopetas lanzagranadas? Todo Mérida se hubiera llenado del picante humo y las fotografías terrestres y tomadas desde drones mostrarían imágenes como si estuviéramos en el neblinoso Londres del siglo XIX.
—Como resultado de lo anterior, la actitud y el discurso reconciliador del gobernador perdieron credibilidad y su llamado a la unidad difícilmente rendirá algún fruto, al menos entre los que sintieron que los trataron con demasiado rudeza cuando solo querían externar que no estaban de acuerdo con la cascada de impuestos que han caído sobre los ciudadanos en este enero del 2020, incluido el predial que aumentó desproporcionadamente a propuesta de Renán Barrera Concha, y que los regidores panistas aprobaron con singular alegría, y desde luego lo que tendrán que desembolsar con el reemplacamiento.
—A propósito de reemplacamiento, las autoridades insisten en que es necesario porque representa una medida con implicaciones en materia de seguridad.
-Bueno, eso es lo que ellas dicen pero si tomamos en cuenta que casi un tercio del parque vehicular que circula en Yucatán no cumplió con el reeplacamiento hace tres años, y prácticamente los omisos no enfrentaron ningún tipo de consecuencias, entonces esa seguridad de la que tanto hablan como que no es muy efectiva, ¿no crees?
—No, pues sí.
—Además, querido Tuuskeep, la policía no se puede dar el lujo de detener los vehículos con matrícula vencida por la simple y sencilla razón de que no cuenta con espacios suficientes como para concentrar los 250 mil o más vehículos en estas condiciones. Los pocos corralones con que contamos están saturados. Se tendría que recurrir a los especuladores de tierras para que les facilitaran terrenos en toda la periferia.
-Volviendo a la gaseada ciudadana del domingo último, detengámonos un momento en el comunicado oficial emitido por el CDE del PAN sobre este desaguisado. Ese documento contiene abundantes dosis de veneno político, pues habla de “profesionales de la violencia”, de “grupos de choque”, de que MORENA, el partido del Presidente de la República, intenta desestabilizar al gobierno de Vila Dosal. Y también de que los malos de la película son, como siempre, fuereños, ya que los políticos nos quieren hacer creer que los yucatecos somos una especie de ángeles del Señor, incapaces de incurrir en ningún tipo de mal.
—Pues si es así, nos gustaría saber cómo el dirigente blanquiazul, el nada seráfico Asís Cano Cetina, llegó a esa conclusión antes que nadie y, sobre todo, nos gustaría que exhibiera las pruebas de sus temerarias afirmaciones.
—Por otra parte, Herculano, hay algo que no me cuadra en la versión oficial sostenida por el gobernador. Sin tapujos, admite que la policía interceptó la marcha porque se dirigía a la Bici-Ruta y a la zona hotelera donde abundan los turistas.
—¿Y eso qué? Que yo sepa, en ningún país democrático el gozo de un grupo de ciclistas y turistas es argumento o razón suficiente para acotar la libertad de manifestación.
—A lo mejor, Vila Dosal, que le encanta recorrer el mundo con cargo al erario, ya descubrió un sitio donde sí se haga así o también puede ser que quiera ser el pionero en este tipo de prácticas.
—En fin, lo que sí es un hecho incontrovertible es que por primera vez en la historia política de Yucatán un gobernador enfrenta una fuerte animosidad social en su primer año de gobierno, pues solía ocurrir casi siempre en las postrimerías de su mandato, como consecuencia del desgaste político. No quiero pensar qué va a pasar en los próximos informes.
—Bueno, a Vila Dosal le encanta presumir ser el primer en todo. Entonces no está mal que le den una sopa de su propio chocolate. ¿No crees?
—Quizá, quizá, quizá.