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Nuevo escándalo financiero en Mérida

Otro negocio de especulación financiera tiene en vilo a unas 200 personas, quienes se calcula invirtieron en conjunto unos 80 millones de pesos y hoy viven en zozobra ante el temor de perderlo todo.

La mayoría de estas personas son gente del norte de Mérida que decidieron meter dinero en la empresa “Evertex”, encabezada por los jóvenes Luis Enrique Servín Navarrete, Genaro Mier y Terán Medina y Andrés Rivero Ponce. Se trataba de una inversión de riesgo relacionada con la compra-venta de divisas, pero algo salió mal y hoy todos los inversores están en ascuas pues su capital podría esfumarse.

En ciertos círculos sociales del norte de la ciudad este escándalo es la comidilla. Se sabe que algunos invirtieron desde 50 mil y hasta un millón de pesos.

Según se pudo averiguar, este negocio funcionaba desde hace más de 2 años, tiempo durante el cual dio buenos resultados y ganancias a los inversores de más del 10 por ciento mensual, lo que resultaba atractivo.

Cuando alguien decidía invertir se le informaba de los riesgos que conllevaba el negocio y si aun así insistía en hacerlo, recibía un informe semanal acerca del manejo de sus recursos y sus ganancias.

Como cerebro matemático de la empresa “Evertex” se identifica a Luis Enrique Servín Navarrete, en tanto que Genaro Mier y Terán Medina y Andrés Rivero Ponce participarían como socios; el primero era el encargado de vigilar el movimiento en cuanto a la venta y compra de divisas.

Servín Navarrte aparece como “Operador bursátil de derivados en Evertex” en la página web Linkedin y se sabe que desde las 4 de la mañana estaba pegado a su computadora para observar los movimientos de mercado internacional a fin de invertir el dinero de la mejor forma.

Los involucrados son jóvenes de entre los 25 y 30 años de edad y que por ser de familias conocidas, recibieron la confianza de decenas de personas que decidieron poner su dinero en el negocio, a pesar de que se les explicó que era de alto riesgo; los que entregaban dinero no recibían ningún documento a cambio.

Durante más de 2 años, el negocio funcionó con ganancias; si algún inversor solicitaba la reintegración de parte o de todo su capital se le devolvía sin problemas; sólo tenía que avisar con dos días de anticipación; esta situación hizo crecer la confianza de los inversores y se sumaron nuevos.

Sin embargo, de un momento a otro el negocio se cayó y aún se desconocen las causas precisas; el 17 de diciembre del año pasado Servín Navarrete mandó un mensaje a los inversores en el que les anunciaba que saldría de vacaciones.

“Buenas noches. El día de hoy saldré de viaje de vacaciones de fin de año y me quedaré sin señal. Estaré de regreso el día 2 de enero por aquí, por lo que ayer y hoy fue el último día de operación del año. Un fuerte abrazo de todo el equipo de Evertex y feliz año”, dice el texto.

Lo anterior causó preocupación entre los inversionistas pues sabían que el negocio de la compra-venta de divisas no se podía abandonar así como así. Poco después se enteraron de lo que ya temían: que el negocio había fracasado y que hay en juego unos 80 millones de pesos de todos los inversionistas.

Los tres jóvenes que representan a la empresa, en particular Servín Navarrete, se mantienen en Mérida y han dado la cara a los inversionistas para confirmarles que, en efecto, el negocio tronó.

Incluso se sabe que Servín Navarrete ha ofrecido a los inversionistas regresarles el 23.5 por ciento del total de su inversión, a cambio de firmar un desistimiento de llevar a cabo cualquier acción jurídica en su contra; de lo contrario, ha pedido que se le deje seguir trabajando con un capital que todavía tiene y ha asegurado incluso que él puede recuperar el dinero de todos, pero hoy ningún inversor tiene confianza.

Una de las cosas que se menciona es que ese joven, aun cuando el negocio había fracasado, continuó recibiendo inversiones a fin de enfrentar la crisis e incluso devolver su dinero a los que lo solicitaban, hasta que la situación se volvió insostenible.

Aunque los tres jóvenes responsables siguen en Mérida, los inversionistas los vigilan, hacen rondines en sus viviendas, etc., ante el temor de perder su dinero.

Se manejan dos versiones sobre el porqué se cayó el negocio; la primera es que hubo un mal manejo, que por un momento se descuidó el negocio, que se dejó el portal de la computadora abierto y nadie estuvo pendiente de los movimientos en el mercado, lo que llevó a las pérdidas.

La otra versión es que los jóvenes habrían recurrido, con el afán de generar más ganancias para todos, a un bróker en Suiza y que este los estafó, por lo que habrían perdido los recursos de decenas de inversionistas que hoy se mantienen en vilo.

(David Rico)

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