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Yucatán

Publicaciones de Sedeculta en 15 meses de gobierno

Tuuskeep Kasperchack —¿Estimado Tuuskeep, cómo te fue en tu entrevista con Erica Millet Corona, titular de la Sedeculta?

—La verdad, Espiridión, me fui a pescar sililes a Celestún y se me olvidó solicitar una audiencia con ella.

—¡Sí que eres irresponsable! ¿Y ahora cómo vamos a enterarnos si esa dependencia publicó o no algún libro en los quince primeros meses de gobierno? Tú mismo apuntaste que en el primer informe de resultados de Mauricio Vila Dosal no hay nada sobre el particular.

—Bueno, parece que no leíste la entrevista que el reportero Rafael Gómez Chi le hizo a la citada servidora pública sobre el tema y que se publicó el lunes 27 de enero en la página 9 de La Ciudad.

—Bueno, sí leí la información pero, según yo, estaba medio revuelta. Creo que hasta un semiólogo egresado de la École Pratique des Hautes Études de París, Francia, hubiera tenido problemas para entenderla.

—Déjame entonces interpretártela. La entrevista, aunque breve, es sustanciosa, tanto por lo que dice como por lo que oculta. En principio, en ese texto hay un ejemplo perfecto de heurística por sustitución, que tan bien ha estudiado Daniel Kahneman.

—No tengo el gusto de conocer al tal Kahneman. ¿Es algún gringo o canadiense que ha venido a vivir a Yucatán huyendo del frío del norte?

—No, es nada menos que Premio Nobel de Economía 2002 y uno de los fundadores de la neuroeconomía. En su libro Pensar rápido, pensar despacio Kahneman proporciona varios ejemplos de este sesgo cognitivo.

—A ver, barajéamela más despacio. ¿Cómo es que incurrió doña Erica en este sesgo?

—Está más claro que el agua.

Gómez Chi le pregunta:

“¿Cuál es el presupuesto para publicaciones de Sedeculta para este 2020?”

Y ella responde:

“Se está proyectando la continuidad de publicaciones en formato plaquettes como parte de las líneas estratégicas del Programa de Salas de Lecturas enfocado en publicaciones para el público infantil y juvenil a través de ejercicios de procuración de fondos a través del trabajo colaborativo con industrias creativas que nos permita tener un acercamiento con las casas editoriales locales, la iniciativa privada o coinversiones con editoriales o instituciones para publicaciones preferentemente en formato de libros digitales”.

Kahneman explica que la heurística por sustitución ocurre cuando nos enfrentamos a una pregunta difícil que somos incapaces de contestar y entonces nuestro cerebro la sustituye inmediatamente por otra más fácil y la responde. En descargo de doña Erica, creemos que no lo hizo con mala intención sino que, al igual que la mayoría de los mortales, incurrió en este sesgo de manera inconsciente o involuntaria.

—No me había fijado de esta desviación. Kahneman es muy sofisticado en calificar esta jugarreta del cerebro como heurística por sustitución. En mi pueblo la conocemos como salirse por la tangente o darle la vuelta a una pregunta. ¿Qué más encontraste, Tuuskeep?

—Bueno, doña Erica aseguró que en el ejercicio pasado se publicaron 12 (doce) plaquettes en maya con motivo de que 2019 fue el año de la Lengua Maya en el Estado de Yucatán.

—Bueno, cuando te digo que el contenido de la entrevista estaba medio revuelto es por algo. Doña Erica dice en el primer párrafo que fueron 12 pero en el penúltimo afirma que solo fueron 8 plaquettes en maya. ¿Cómo se llama ese sesgo cognitivo, heurística del déficit o heurística del escamoteo?

—Es cierto, Espiridión, hay una contradicción. Ayer, un compañero de la redacción solicitó y obtuvo de la Sedeculta las dichosas plaquettes pero solo le entregaron ocho y se le aclaró que son todas las que se han publicado hasta ahora. Y ya que hablas de sofisticación, hemos avanzado, al menos desde el punto de vista lingüístico, pues en mis tiempos a los impresos de menos de cincuenta hojas no les llamábamos plaquettes sino folletos.

—¿Qué otra cosa nos puedes comentar de la entrevista, Tuuskeep?

—Bueno, me queda claro que la Sedeculta de Mauricio Vila Dosal carece de un plan editorial y de un presupuesto para la edición de textos.

—¿Por qué lo dices?

—Porque en esto sí fue diáfanamente clara doña Erica: al fenecer el Consejo Editorial de la Sedeculta en junio de 2019, que había sido creado por Rolando Zapata Bello, esa dependencia les dio a las gracias a los consejeros, les ofreció un opíparo almuerzo y los despachó a su casa a descansar. O sea, no creó su propio Consejo Editorial para no asumir ningún compromiso en este renglón. En otras palabras, se publicará lo que se pueda, cuando se pueda y a otra cosa mariposa.

—¡Pues qué triste panorama!, ¿no crees, Tuuskeep?

—Sí, sin duda. En este renglón, al menos, nos atrevemos a vaticinar que Mauricio Vila Dosal se quedará a años luz de la robusta labor editorial de varios de sus antecesores: Francisco Luna Kan, a finales de los setenta y principios de los ochenta; Dulce María Sauri Riancho, en los noventa; Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello, en los dos mil.

—¡Y seguramente le dará un fuerte y permanente chotnak!

—A menos, claro, que ocurra un milagro, Espiridión, aunque a estas alturas del partido cada vez más me convenzo que los panistas tienen una crónica “indiferencia anestésica a la cultura” (esta frase no es mía, sino de Stuart Walton).

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