Las investigaciones arrojaron que no habría un segundo implicado en el feminicidio de Érica Cetz Dzul, registrado en Huhí, por lo cual se concreta la hipótesis de que Francisco N., expareja de la mujer fallecida, actúo solo.
Según las indagaciones policiales el homicida, luego de concretar el crimen por la vía del estrangulamiento, llevó el cuerpo en un vehículo hasta un camino de terracería. Se cree que para llegar al lugar donde sepultó el cadáver, a unos 400 metros, lo trasladó con la ayuda de una carretilla, ya que fue encontrada una cerca, que tenía huellas de la expareja.
De acuerdo con las autoridades, la carpeta de investigación continúa abierta, ya que no se ha concluido del todo la investigación.
Aunque según algunas fuentes consultadas, lo más probable es que en las próximas semanas se cierre la investigación, ya que el homicida está muerto, pues cinco días antes de que fuera encontrado el cuerpo se suicidó.
En la casa de la joven fallecida, de 23 años de edad, sus familiares colocaron un altar con su fotografía en memoria de Érica. En la mesa a diario María Celestina Dzul Balam, madre de la muchacha, coloca un plato de comida y agua para el alma de su hija.
La familia inició una novena, que concluirá el domingo, para pedir por el eterno descanso de su alma, siguiendo con las tradiciones Mayas, señaló Carlos Cetz Echeverría, papá de Érica, quien participó de manera directa en la búsqueda de su hija hasta que fue encontrado el cadáver.
Manifestó que las autoridades hicieron todo lo posible para localizar a su hija hasta que la encontraron.
“Nunca en el pueblo se había registrado una movilización como la que hubo”.
Añadió que acudió al Ministerio Público de Izamal, donde le indicaron que no se recuperó ninguna pertenencia de la joven y que no hay elementos para pensar en un segundo involucrado.
“Me dijeron que el 6 de noviembre acuda de nuevo para informarme si tenían nuevos datos y si autorizaba el cierre de la investigación”.
Aseguró que decidirá el cierre, ya que el asesino de su hija está hecho.
“Si hubo otra persona involucrada lo dejo a la justicia de Dios”.
Indicó que ahora buscan consuelo y resignación, ya que nunca la podrán olvidar.
“A veces cuando estoy durmiendo la sueño y escuchó su voz. Yo prefiero recordarla como una muchacha alegre y feliz”.
Frente al altar de su hija y a punto del llanto, indicó que es algo doloroso y triste por lo que están pasando; sin embargo, ahora están más tranquilos debido a que encontraron a su hija y tienen un lugar dónde ir a visitarla.
El pueblo recobró su tranquilidad luego de las intensas semanas que vivió durante la búsqueda de la joven. Érica desapareció el 10 de septiembre y su cuerpo fue encontrado 26 días después sepultado en los terrenos de un rancho de la familia de su expareja, ubicado rumbo a Sotuta.
Por David Chan Caamal