El cadáver de Érica Cetz Dzul, la joven desaparecida desde el pasado 10 septiembre en Huhí, fue localizado en el interior de una fosa clandestina en un rancho propiedad de la familia de su expareja sentimental, quien la semana pasada se suicidó.
El cuerpo se encontraba en una oquedad de cerca de un metro de profundidad y estaba cubierto con tierra roja y cemento, en una zona de difícil acceso. La causa de muerte, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE) fue asfixia mecánica por estrangulamiento.
Para llegar a ese lugar, autoridades tuvieron que caminar alrededor de 400 metros dentro del monte a través de una pequeña brecha.
La joven estuvo desaparecida 26 días, de los cuales, 10 de ellos se desplegó un intenso operativo de búsqueda, que incluyó el peinado de montes, revisión de pozos, cenotes y cuevas.
Los trabajos de inteligencia por parte de la Policía Estatal Investigadora, de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ayudaron a ubicar el cuerpo.
La localización del teléfono celular de la joven, el cual se recuperó en una casa de empeños de Huhí, fue determinante para saber que se trataba de un feminicidio, es decir, la expareja la había asesinado.
Asimismo, las entrevistas con personas cercanas a la expareja aportaron datos específicos para saber que el cuerpo había sido sepultado en un rancho de la familia localizado en el kilómetro 4.5 de la carretera Huhí-Sotuta.
Con base en los datos la búsqueda se concentró en esa zona.
“Fue complicado, porque era mucho terreno y con las condiciones climáticas adversas”, indicó uno de los comandantes encargados de las pesquisas.
Agregó que varios elementos resultaron lesionados con los espinos, picaduras de abejas y avispas, sin embargo, se logró la localización de la joven.
“Revisamos cada montículo de tierra, hasta que dimos con la fosa”, se indicó.
Anteayer por la noche se tenía la presunción del lugar donde se encontraba el cuerpo, por lo cual se aseguró la zona, sin embargo, fue ayer por la mañana cuando se desenterró el cadáver.
Autoridades informaron que la víctima no vestía ninguna prenda y se encontraba en posición boca arriba.
De acuerdo con las investigaciones, el homicida les confesó de su crimen a su hijo (menor de edad) y a un amigo de parranda, éste último fue la clave para la localización del cuerpo.
Francisco N., según las declaraciones, estranguló a Érica con su cinturón, luego de que la joven se negara a retomar la relación sentimental, que dos meses atrás habían concluido, ya que la joven tenía una nueva pareja.
El cuerpo de Érica, fue rescatado por personal del Servicio Médico Forense y trasladado a Mérida, para la necropsia de ley.
Para las labores, personal de la Policía Estatal Investigadora, cerró el tránsito que comunica a Sotuta con Huhí.
Por su parte la Fiscalía, indicó que abrió la carpeta de investigación por feminicidio, en la cual se establecerán los argumentos para deslindar responsabilidades.
El recuento de los hechos
El pasado 10 de septiembre Érica salió de su domicilio en el municipio de Huhí para acudir a trabajar, pero se retiró debido a un inconveniente de salud. De acuerdo con las investigaciones, sus familiares y amigos la vieron por última vez alrededor de las 10 de la noche por el campo de fútbol, en compañía de Francisco “N”.
Al no regresar a casa, familiares y amigos pidieron apoyo en redes sociales para hallar a Érica, de 24 años de edad. Fue hasta el 21 de septiembre que se levantó el reporte ante la FGE y dos días después se activó el Protocolo Alba de la Fiscalía General del Estado. Francisco Javier, expareja de la víctima, se suicidó por la vía del ahorcamiento en su domicilio y su madre aseguró que a raíz de la desaparición de Érica entró en depresión. Versiones en redes sociales aseguraban que dejó una carta póstuma en la que confesó el asesinato de Érica, aunque esta información no fue confirmada por las autoridades.
Fue hasta este martes que autoridades confirmaron el hallazgo.
Por David Chan Caamal