Anahí, una mujer víctima de trata, acusó que es víctima de acoso e intentos de secuestro por parte de Bernardo, quien la violó por primera vez durante su infancia, y la Fiscalía General del Estado no responde a su llamado de auxilio.
Ayer se llevó a cabo una conferencia de prensa en línea con la participación de la Red de Abogadas Violeta Yucatán, la representación del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en Yucatán, Todas Somos Fernanda y el Observatorio Ciudadano Nacional de Violencia, A.C. en la que se dio a conocer el caso de la joven, que asegura que las autoridades aún no proceden para brindarle protección durante las 24 horas del día.
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Ella denuncia que sufrió un intento de secuestro por parte de Bernardo y su primo, y otra agresión en la que accedieron a su casa y la golpearon, por lo que teme que la situación pueda terminar en feminicidio.
A pesar de las denuncias únicamente le han proporcionado rondines que han resultado vanos ya en dos ocasiones, pues estas agresiones se realizaron cuando ella ya había denunciado los hechos.
Víctima desde los 13 años
Cuando apenas tenía 13 años, Anahí ya vivía un infierno gracias a su tía Gloria, quien comenzó a prostituirla en diferentes partes de la República.
A los 18 años logró escapar, luego conoció a su actual esposo y tuvieron una hija.
Cuando Anahí, por primera vez, realizó una denuncia a la Fiscalía por lo que había vivido, le respondieron diciendo que “el delito ya prescribió”, por lo cual no validaron su querella.
Actualmente el hombre, a quien su tía Gloria llamó “cliente” por primera vez, ha buscado a Anahí por medio de redes sociales y la ha acosado con tono que califica como peligroso.
El hombre publicó fotos íntimas de Anahí en redes sociales, mismas que su tía había utilizado para ofrecerle “servicio” a sus amigos y clientes.
Aunque la joven ya ha denunciado, no parece haber respuesta suficiente, puesto que únicamente le tomaron la denuncia por las fotos íntimas que compartió Bernardo; pero su seguridad sigue en riesgo a pesar de los rondines asignados; por lo cual exigen protección las 24 horas, ya que su vida corre peligro.
Piden protección el día entero
“Tenemos que hacer algo. Se quiere evitar que este caso se convierta en feminicidio, pero las autoridades no parecen estar dando respuesta y el principal objetivo es salvaguardar su vida”, dijo Adelaida Salas, representante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en Yucatán.
Salas acusó que el 2 de octubre metieron un amparo con el fin de mantener su seguridad como prioridad principal, sin embargo, enviaron una patrulla que permaneció en la puerta de su casa únicamente por dos días y después continuaron con los rondines que resultan ser insuficientes para la situación que está viviendo la joven. Hasta la fecha no ha habido continuidad ni respuesta ante el amparo.
Asimismo, le dijeron que para que su denuncia pueda proceder debía pasar primero con la psicóloga forense, cita que le fue otorgada para el mes de febrero; dicha situación alarmó a quienes se encuentran apoyándola, pues “cuatro meses después podría ser demasiado tarde”, expresaron.
Se resalta que las amenazas, desde diferentes números, han ido subiendo de tono, convirtiéndose en cada vez más peligrosas. Incluso ya hubo un intento de secuestro contra su esposo e hija, el cual no se concretó.
Se hizo mención también de que su celular fue intervenido e incluso les respondían a clientes que ella atendía en su negocio de uñas, por lo cual ella ha dejado el negocio por ahora.
Los colectivos feministas se encuentran participando de forma activa y solicitan atención integral a la víctima, exhortan a las autoridades a hacer su trabajo y a no vulnerar los derechos humanos fundamentales, como mencionaron durante la conferencia de prensa.
“Ya no queremos más feminicidios”, se resaltó, con lo que también extendieron la petición de hacer el trabajo con perspectiva de género para no seguir vulnerando a las víctimas.
También se dejó en claro que se requiere atención oportuna para poder evitar este posible feminicidio y que se requiere el apoyo de las autoridades para hacerlo.
Por Cecilia Abreu