Yucatán

Debido a la pandemia del COVID-19, acudieron 110 de 140 que es el numero de participantes permitido

“Es necesario ser conscientes, que al vernos exigidos por las pruebas, primero por la crisis sanitaria económica y social y ahora también por las tormentas e inundaciones debemos comprender que el Señor espera que miremos más allá de nuestros propios intereses, gustos y le tendamos la mano al prójimo necesitado”, dijo el párroco, Pedro Echeverría López, durante la subida de los reyes a sus nichos.

Explicó que ser discípulo de Cristo es poner en práctica sus enseñanzas que se resumen en el amor a Dios y al prójimo, “al vernos obligados a suprimir algunas prácticas que acostumbrábamos es necesario reconocer que lo único que no debe, ni puede ser cambiado es el amor a Dios y al prójimo”.

Acompañado de los vicarios, Juan Carlos Pat y Juan Carlos San Agustín puntualizó que el amor a Dios debe involucrar a la gente con todas sus facultades, el sentimiento, la inteligencia y la voluntad de manera armoniosa y profunda con todo el corazón, el alma y la mente”.

Indicó que hay que aprender a amar a Dios con el corazón, pero también analizar lo que estamos experimentando y a tomar decisiones firmes y congruentes con lo que queremos.

Expuso que Jesús nos invita a revisar como es nuestro amor por el Señor y por ende recalcó que es importante escuchar su palabra y hacerla vida en la existencia personal, familiar y en comunidad.

Como medida preventiva a esta misa solamente acudieron 110 personas de 140 que es el 30% permitido de la capacidad del templo que podría cobijar hasta alrededor de 700 personas.

Al concluir la sagrada liturgia como es costumbre y tradición las sagradas imágenes de Melchor, Gaspar y Baltazar entre aplausos de la feligresía fueron regresadas a sus nichos, fueron cargados por los custodios que los trasladaron desde el altar mayor hasta las manos del párroco Pedro José Echeverría López y del Vicario, Juan Carlos San Agustín, quienes los devolvieron a sus bóvedas donde permanecerán hasta el 28 de diciembre, día de la tradicional bajada de reyes que marca el inicio de la feria patronal.

El Párroco enfatizó que, aunque este año se canceló la Feria de Reyes, se ha dispuesto celebrar algunas actividades religiosas apegándose a las disposiciones sanitarias y preventivas acordes a la pandemia, adelantando que una de las ya confirmadas es la tradicional misa del 6 de enero de la epifanía del Señor.

En esta celebración también se hicieron presentes representantes de las comunidades de San Miguel, Dzonot Box, Dzonot Tigre, Yaxchekú, Xmakulán, de X-Pambihá y de X-Bohom.  

Por Luis Manuel Pech Sánchez