La doctora Gina Villagómez Valdés señaló que las mujeres de la tercera edad de escasos recursos son el eslabón más débil, ocasionando que en muchas ocasiones sean víctimas de violencia, sin embargo, también subrayó que no se cuenta con datos específicos porque muchas son violentadas por sus hijos o nietos y no los denuncian, pero se piensa que el problema es incluso más grande de lo que se alcanza a imaginar. Destacó que el primer paso para erradicar este tipo de violencia contra ellas es visibilizando lo que ocurre.
“Es el problema social del que nadie habla porque no se ve”, aseveró y añadió que la problemática de la violencia en personas de la tercera edad es muy grande y se desconoce su magnitud, pues no se cuenta con datos duros.
“No hay datos a nivel nacional ni estatal de la violencia contra adultos mayores, pero es conocido que el fenómeno existe y debe ser más grande de lo que nos imaginamos porque hay un problema fundamental, los adultos mayores no denuncian a sus hijos”, explicó.
“No hay una política de gobierno estructural que les dé cobertura y protección a las personas de la tercera edad, especialmente a las mujeres en caso de violencia”, aseguró.
“No tienen cobertura ni ayuda en nuestro Estado, están en total vulnerabilidad”, enfatizó.
Sin embargo, apuntó que en casos de violencia pueden realizar sus denuncias en el Centro de Justicia para Mujeres.
“Pueden realizar denuncias sobre maltrato en el Centro de Justicia para Mujeres, donde se les debe canalizar para que la violencia familiar sea tratada como un delito y tener un procedimiento, la Fiscalía debe darle protección”, explicó.
Por otro lado, señaló que hay un asilo de ancianos en el municipio para aquellos que se encuentren en situación de desamparo, aunque se necesita una serie de requisitos como no contar con vivienda ni recursos.
Según mencionó, todos los demás albergues en el Estado son de la sociedad civil y no tienen apoyo federal, “y ahora con el recorte presupuestal seguramente tampoco tendrán apoyo del Estado”.
Asimismo, indicó que el Instituto Municipal de la Mujer puede brindar el apoyo para canalizar al asilo o dar el respaldo necesario a las mujeres que lo necesiten, como el jurídico.
“Esto es algo que se debería estar sensibilizando más y hasta el momento no se hace”, expuso.
Explicó que el primer paso para erradicar la violencia de este tipo es visibilizar qué está ocurriendo, “primeramente con un programa institucional de política pública por parte del gobierno para hacer visibles estos casos y poder informar a la población y que sepan a dónde ir, identificar cuándo se trata de violencia, porque como esta información no llega a las comunidades la gente sigue considerando la violencia como parte de la cruz que Dios les dio, porque cuando llegan a denunciar los casos no se siguen”.
En el mismo sentido, explicó que el paso uno es totalmente con la finalidad de prevenir y esto se puede realizar “a través de campañas masivas y estructurales, en radio, televisión, de boca en boca… Esto no se está haciendo en el Estado”.
Abundó que si el primer paso no se hace, no se puede llegar a la atención en aquellos casos que sufren de violencia, lo cual representa la segunda etapa.
Indicó que, al no cumplirse los primeros dos pasos, mucho menos se llega a las sanciones correspondientes para los agresores.
Por otro lado, apuntó que en este tipo de situaciones la familia generalmente aísla al anciano, llegando especialmente a que sufran un abandono emocional, lo cual repercute en su salud mental y lleva a situaciones de depresión.
Es por ello que destacó la necesidad de hablar al respecto para poder visibilizar y exigir políticas públicas que contribuyan a erradicar el problema.
Por Cecilia Abreu