Armados con palos, machetes y piedras, vecinos de la naciente colonia Roble Arboleda mantienen una guardia permanente para defender lo que consideran el patrimonio de sus hijos.
Indicaron que no permitirán que sean desalojados y que destruyan sus casas. “Si es necesario nos vamos a levantar en armas”, indicó Gudecindo Beltrán, originario del estado de Veracruz.
Explicaron que desde el sábado, cuando maquinaria destruyó algunas viviendas, se montó la vigilancia entre las cerca de las 50 familias que tienen su lote, se turnan para vigilar que no se coloque cerco y que no se derriben las casas.
En los accesos al terreno invadido se colocaron piedras con la finalidad de evitar la entrada de algún tipo de vehículo.
Guadalupe Chel, originaria de Tabasco, pero avecindada en Mérida desde hace tres años, indicó que las personas que habitan en ese lugar son personas de muy escasos recursos, en su mayoría matrimonios jóvenes o madres solteras.
Ven invasión como la única opción
Aseguró que ella es madre de soltera y rentaba en la colonia Santa Cruz, sin embargo, por la pandemia la señora de la casa donde trabaja como personal de limpieza la retiró por lo cual se enteró que se estaban invadiendo los terrenos y fue a ocupar el espacio donde construyó su casa de madera y cartón.
La Secretaría de Seguridad Pública indicó que mantiene patrullas realizando rondines de vigilancia permanentes para evitar enfrentamientos.
Advierten defensa armada
Los afectados pidieron a las autoridades su intervención para evitar una tragedia. “Nosotros nos vamos a defender”, advirtieron mientras mostraban los machetes que tienen en el lugar. Aseguraron que una solución es que los reubiquen.
Asimismo, se reinició la construcción de las viviendas que fueron destruidas el fin de semana pasado.
La situación de los invasores se complica debido a que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) colocó letreros en varios puntos del terreno donde indica que podría haber vestigios mayas.
De acuerdo con los afectados, el lugar le pertenece a la Fundación el Arca, sin embargo, en realidad es de la Fundación Alborada Asociación Civil.
En marzo pasado se registró una situación similar, cuando un grupo de paracaidistas intentó invadir los terrenos, sin embargo, en ese entonces los lograron desalojar.
El sábado pasado un grupo de personas acudió durante la madrugada al predio y con ayuda de un trascabo destruyó las improvisadas viviendas, ubicadas en la Calle 16.
Algunos de los afectados aseguraron que llegaron cerca de 40 personas y aprovecharon que la mayoría se encontraba descansando.
Familias aseguraron que viven ahí desde hace dos años y es el único techo que tienen para vivir.
Representantes legales de Lina “N”, quien asegura ser la propietaria del terreno aseguraron que se procederá con las instancias correspondientes para poder desalojar a los invasores.
Por David Chan Caamal