Yucatán

Las Américas, un fraccionamiento improvisado en Mérida

Para el ex secretario de Desarrollo Urbano del Colegio de Arquitectos, la empresa Sadasi es la responsable de las inundaciones.
Foto: Martín Zetina / Por Esto! Web

La empresa Sadasi es responsable de las inundaciones registradas en el fraccionamiento Las Américas por no realizar un estudio de mecánica de suelo antes de construir las viviendas, dijo José Antonio Peniche Gallareta, exsecretario de Desarrollo Urbano y del Colegio de Arquitectos.

El arquitecto, quien hace tres años presentó el proyecto Drenaje Pluvial Ecológico, que consiste en la creación de celdas de Bio-retención o “Jardines de lluvia” para frenar la contaminación del manto freático mediante el drenaje de las aguas de lluvia hacia las áreas verdes, en camellones, banquetas, estacionamientos, etcétera, con el objeto de filtrar el agua antes de su recarga al acuífero ya limpia.

Propuesta que además tiene como objetivo evitar la perforación de más pozos contaminantes, porque asegura que a esas excavaciones va a parar todo el polvo, la basura, los aceites, grasas y hasta excretas de animales, entre otros contaminantes que hay en las calles del centro de la ciudad, sobre todo cuando caen aguaceros.

Sin embargo, el arquitecto explicó que esta propuesta no podría aplicarse en el fraccionamiento Las Américas porque ese asentamiento se construyó en terrenos muy bajos.

Aseguró que su proyecto fue aprobado y a la fecha se han construido algunos en San Pedro Cholul, Punta Lago en Cabo Norte, en Algarrobos y en otros fraccionamientos, que a pesar de los aguaceros que cayeron con las tormentas registrada en el mes de octubre no se inundaron porque los terrenos no son muy bajos y el agua se drenó fácilmente, sitios donde y gracias a las áreas verdes que funcionan como un filtro de los contaminantes, ya que contienen una celda con bacterias que consumen la mayor parte de los contaminantes.

Sin embargo, las inundaciones como las registradas en Las Américas y en otras unidades habitacionales se debe a que las constructoras no realizaron estudios de mecánica de suelo para determinar qué tan variable es el terreno donde iban a trabajar y determinar el tipo de drenaje más adecuado o funcional.

Como ejemplo dijo que si en el sitio hay mucho cancab o tierra roja y otros materiales pedregosos que eviten que el agua se filtre, lo mejor es instalar un tubo de drenaje para conducir el agua a un lugar donde se pueda drenar.

Estudios que señaló, deben realizarse antes de construir las casas, para poder definir el tipo de tubería que debe ser instalada y el diámetro que ésta debe tener.

Falso que el escombro detenga el agua

Respecto a la versión de los vecinos que aseguran que la gran cantidad de escombró que Sadasi deposita en la parte posterior de la sección dos de Las Américas funcione como un dique e impide que el agua siga su cauce hacia la zona costera, dijo que habría que hacer un estudio para determinar si es así, pero y desde su punto de vista el agua debe drenarse por sí sola, siempre y cuando sea tierra que facilite que el agua permee.

“Además habrá que ver los niveles que tiene el terreno en esa zona”, comentó.

“Entiendo que los vecinos están desesperados y buscan culpables donde se pueda, pero los diques se hacen con concreto y material impermeable, no con escombro. Por lo tanto, la empresa que haya construido las casas es la que tiene la responsabilidad, o bien la autoridad que, en su tiempo, no revisó los estudios y proyectos que la compañía presentó”, dijo el entrevistado.

Consideró que esos estudios deben estar en poder de la autoridad, pero ignora si ésta ya revisó esos documentos para poder deslindar responsabilidades.

Recordó que hace varios años publicó un amplio artículo sobre los jardines verdes en donde explica detalladamente cómo funcionan estos espacios para evitar la contaminación del acuífero subterráneo.

Peniche Gallareta señaló que es necesario que las autoridades sigan construyendo jardines verdes para garantizar a las futuras generaciones la sustentabilidad de agua limpia y eliminar el riesgo no sólo de la calidad del agua sino también la proliferación de enfermedades relacionadas con la calidad del líquido que se encuentra en el subsuelo y que actualmente se utiliza para lavarse los dientes, bañarse, lavar la ropa y otras actividades de la vida diaria.

Peniche Gallareta dijo que ante la falta de un drenaje pluvial adecuado se pueden empezar a desarrollar “pavimentos permeables” en áreas verdes a menor nivel, tal como está el camellón del periférico de Mérida para absorción y la colocación de celdas de bio-retención o jardines de lluvias.

Por otra parte comentó que no se puede negar que Mérida es una ciudad cuya densidad de población crece de manera acelerada y hoy enfrenta muchos problemas por la construcción de grandes edificios de mayor altura y la demanda de agua, así como la descarga de sus aguas negras, entro otros males, cuyo efectos se verán en el futuro no muy lejano, sobre todo en los fraccionamientos periféricos y en los asentamientos costeros de alta densidad.

Según el Ayuntamiento de Mérida, en el municipio hay un sistema de captación de aguas pluviales integrado por 66 mil 857 pozos de los que 33 mil 567 son colectores y areneros y 33 mil 290 profundos, a los que se suman 133 mil 821 metros lineales de zanjas colectoras con rejilla.

El primer cuadro de Mérida dispone de 700 pozos colectores y areneros y 1 mil 500 metros de zanjas con rejilla.

Por Víctor Lara Martínez