La posibilidad de perder la vida en la lucha contra el COVID-19 no solo ha hecho más fuertes a Fabiola, Alex y Tony, sino más precavidos si se trata de cumplir con las medidas de protección sanitaria, saben que padecer esta enfermedad podría alejarlos de sus seres queridos, en su momento temieron poder llegar a ser intubados y lejos de sus familiares, afortunadamente dos de ellos pudieron recuperarse en casa, no fue así para Alex.
Esta lección no la aprendieron juntos, pues ellos no se conocen, lo que tienen en común, es que al día de hoy pueden decir que superaron esta enfermedad, por ahora aún tienen anticuerpos en su sistema, más es aún desconocido lo que pueda pasar después y no están dispuestos a correr nuevamente el riesgo, lamentan que haya quienes tengan pena de hablar sobre la experiencia, de hecho, en ocasiones es la misma sociedad, la que ve como culpable a la propia persona por haberse contagiado.
Los tres libraron una batalla distinta, pero coinciden que tomar los medicamentos y mantener un puntual monitoreo de la oxigenación que tienen es fundamental en este campo. Fue Alex por sus antecedentes con problemas respiratorios, quien tuvo a la par del COVID-19, neumonía, sus síntomas se agudizaron, recuerda que la atención oportuna que tuvo, fue clave en su tratamiento para que fuera favorable.
Después del COVID, se valora más la salud, lo positivo de tener una vida armoniosa, incluso permite desestimar las salidas innecesarias para evitar contagios y permite dejar de lado el consumismo, te hace preguntarte si eso realmente lo necesitas, o si vale la pena salir para adquirir determinado producto, explica Fabiola, quien también ha notado otras secuelas tras haberse recuperado de la enfermedad.
“Me volví un poquito más quisquillosa, como más alerta a lo que me pasaba tratando de reconocer en mí qué síntomas estaban apareciendo y me di cuenta de uno, que es la caída del cabello, es terrible, hablando con el médico me ha dicho que otros pacientes también le han reportado eso. Es normal que se caiga, pero ahorita es desproporcionado, yo se lo atribuyo a eso. Y no solo es eso, también aparecen manchas en la piel.”
Otra de las consecuencias es que no puede hablar por mucho tiempo seguido porque se cansa, hay que tomar pausas porque no es la misma respiración, caminar, realizar actividades, “de pronto se lo atribuyo al cubrebocas, pero tengo la paranoia de que me vuelva a dar”, queremos creer que tenemos un poco más de tiempo antes de que tengamos nuevamente el riesgo de podernos contagiar. En casa de Fabiola, su mamá y su hermano también se contagiaron, recuerda que el mayor temor que ellos tenían era por su madre, por los problemas de azúcar que tiene.
Alex también compartió algunos de las secuelas que ha advertido: bajó 12 kilos, tiene un dolor reumático muy fuerte en todas las articulaciones y una rinitis aguda, todos los días tengo tapada la nariz, “de hecho son tres meses posteriores a que te recuperes para poder continuar con las secuelas, queda un estrés terrible en todo el cuerpo, se te inflama”, compartió.
Tony fue el primer caso de SARS-CoV-2 que se registró en Telchac Pueblo. Recuerda que en un principio se conocía poco sobre la enfermedad, su sintomatología comenzó con una gripe, sentía flemas, posteriormente empezó la dificultad de respirar, sentía que no entraba el aire a su cuerpo, y finalmente la temperatura se hizo presente, llegó a registrar unos 40º.
Recuerda que tuvo una atención de primera gracias al médico y al presidente municipal del lugar, quien puso a disposición una ambulancia con oxígeno en caso de que lo requiriera, cada tres horas tenía una videollamada de monitoreo puntual con el galeno. Lo alarmante de su situación es que había padecido de asma, por lo cual se le complicó el padecimiento, afortunadamente atribuye a su situación física idónea y a que no tiene vicios, el haber salido airoso de esta situación.
A partir de su contagio, se alertó a la población de Telchac Pueblo para extremar precauciones, aunque asegura que unas 70 personas se contagiaron, entre ellas su pareja, aunque reconoció que se mantuvieron totalmente aislados. Durante ese periodo se sentía muy mal psicológicamente, era mucho desgaste estar en esa condición, “yo decía si vas a llevarme, llévame diosito, pero no me hagas sufrir esto”, fue algo desesperante, frustrante, lloró, reconoció que nunca se había sentido de esa manera en sus 37 años.
En su momento sintió que lo iban a entubar, afortunadamente sus síntomas no fueron tan graves, aunado a ello, contó con el apoyo familiar, atribuye a eso que su condición no se agravara, permaneció aislado tomando la medicación, monitoreando el oxígeno. Recomendó a todas las personas que tienen un enfermo de COVID-19 en casa, “no tomar la situación a la ligera, pues la prevención y desinfección son factores muy importantes.”
Sí hay efectos después de haber padecido COVID, se recomienda tomar vitaminas para fortalecer el sistema inmunológico y hay quienes aseguran que el cansancio y la dificultad para respirar no se han ido del todo, a pesar de ya no tener el padecimiento, pues esta enfermedad aún se está estudiando y no tiene cura por ahora.