El Senado de la República tiene como máximo hasta el próximo 30 de abril para aprobar el dictamen sobre la legalización de la marihuana con fines recreativos, aunque el proyecto de dictamen no ha dejado satisfecho a nadie porque se excluye el tema de la familia y sólo se enfoca a la seguridad, además de que es un dictamen sospechosamente benévolo con los beneficios que traería el consumo de la cannabis, cuando en realidad sus efectos pueden resultar negativos y contraproducentes en la salud de los consumidores, aseveró el senador Jorge Carlos Ramírez Marín.
En cordial visita a nuestro Director General, Periodista Mario Renato Menéndez Rodríguez, el legislador yucateco sostuvo que “si seguimos viendo a la marihuana como un tema de seguridad, como dice este dictamen, estamos equivocados, porque el crimen organizado ya tiene recursos de otras cosas, que no son la marihuana, pues la cannabis es lo que menos les deja ganancias ahora”.
Señaló que se han realizado reuniones con colegios de diversas especialidades, así como de la sociedad civil en general para poder escuchar las diversas posturas, pero aun así todavía hay muchas dudas y temas específicos que faltan por resolver.
Escuchar a la gente
Apuntó que él en lo particular, llevará a cabo hoy viernes recorridos en la calle para preguntar y escuchar de viva voz a los ciudadanos para tomarlos en cuenta a la hora de votar el dictamen correspondiente.
Primero –observó– es que hay un proyecto de dictamen que no ha dejado satisfecho a nadie ni a médicos ni a siquiatras ni a los propios consumidores de marihuana ni a la gente del campo.
–El segundo punto es que hay un plazo que vence el 30 de abril, que otorgó la Suprema Corte a la Cámara de Senadores, para decidir sobre el tema de la marihuana y no lo sigan decidiendo los jueces por interpretación, sino que haya un ordenamiento legal que decida qué va a suceder con el consumo de marihuana lúdico, es decir, el recreativo, apuntó.
También resaltó que el dictamen resolverá lo que sucederá con los procesos de producción de la cannabis medicinal, de tal manera que esas dos circunstancias tendrán que decidirse sí o sí el próximo 30 de abril.
Carnitas de perro
Señaló que el dictamen como está hoy, cuya iniciativa fue presentada por la entonces senadora Olga Sánchez Cordero, tiene las siguientes particularidades: uno, la edad mínima de 18 años; dos, el permiso para cultivar en tu propia casa, hasta 4 plantas, “y yo me pregunto, si el Estado hoy no puede vigilar si las carnitas que se venden son carnitas o perro, cómo vas a checar que en cada casa va a haber solamente cuatro plantas o diez”.
Añadió que el dictamen indica que el Estado dará las concesiones a través de un instituto que se crearía para producir, comercializar y consumir, pero de acuerdo al dictamen nadie puede tener más de una sola concesión, es decir, o produces, acopias, distribuyes o comercializas.
Ramírez Marín dijo que, en términos prácticos, se tendrían permisos para que hubiera granjas de marihuana, de cultivos de cannabis y no sólo de cáñamo, que es su variedad medicinal, sino que esas granjas tendrán una concesión del gobierno, así como también habría distribuidores autorizados por el gobierno y, de igual forma, tiendas de marihuana en las ciudades, también con concesión del gobierno.
Apuntó que la exposición de motivos del dictamen le otorga a la marihuana todo tipo de beneficios, “desde resolver el problema del crimen organizado, de la ilegalidad, hasta resolver el problema del cambio climático, o sea, realmente es un dictamen sospechosamente benévolo con los beneficios de la marihuana”.
El negocio –Los beneficios de otorgar todas estas concesiones, en otras palabras, el negocio, lo regularía el Estado, pero los recursos, que serían 100 por ciento federales, serían destinados a la Secretaría de Hacienda, a la que el Instituto le podía sugerir algunos usos, pero la que acopiaría los recursos sería finalmente la Secretaría de Hacienda, estableció.
Añadió que, en términos reales, si se aprobara como está ahora el dictamen, las Entidades Federativas no tendrían ninguna intervención, a diferencia del modelo de los Estados Unidos donde los Estados son los que determinan sí o no, pero también son los que cobran y se llevan los beneficios.
Con el dictamen que se tiene en el Senado –continuó– está orientado a una combinación del modelo europeo y el uruguayo, en el que yo gobierno soy el que autoriza y el que decide sobre este tema, el que otorga las concesiones y el que cobra también.
El legislador dijo que, desde su punto de vista, los riesgos parten desde el tema de la edad, al subrayar que no ha encontrado un solo investigador autorizado que diga que consumir marihuana a los 18 años no produce ningún daño, sino al contrario, sí produce daños.
Agregó que el propio Secretario de Salud ha dicho que la edad mínima debería ser por lo menos de 23 años y lo que dicen todos los estudiosos del tema, psiquiatras entre ellos, es que debería ser de 25 años en adelante.
–Confrontemos una realidad, si tú vas al Centro de Integración Juvenil encuentras casos de seis años inducidos por sus propios padres que son fumadores de marihuana desde los 14 a 18 años, alertó.
En Yucatán crecen las adicciones
Aterricemos el tema, específicamente en Yucatán –expuso–, las adicciones están creciendo más que en otros Estados del país, con la población que tenemos hoy, somos el cuarto lugar de adicciones en el país y tenemos mucha menos gente que el Estado de México.
Consideró que esa incidencia a la alza es que “hemos sido extraordinariamente permisibles y lo primero que tiene que pasar aquí, y yo siento que es una de las cosas que excluye el dictamen, es el tema de la familia, tiene que haber una responsabilidad de los padres de familia, tiene que haber una sinergia entre padres de familia, gobierno, autoridades médicas, así que el problema principal que le veo a este dictamen es que tiene su enfoque en seguridad-negocio, cuando el tema es sociedad, en este caso familia y salud”.
Ramírez Marín continuó:
“Si seguimos viendo a la marihuana como un tema de seguridad, como dice este dictamen, estamos equivocados; el crimen organizado ya tiene recursos de otras cosas que no son la marihuana, porque ahora es lo que menos les deja. Tienen mucho más recursos que provienen de las drogas sintéticas, de los secuestros exprés, por el derecho de piso y eso no lo va resolver en lo absoluto que legalicemos el uso recreativo de la marihuana.
“Pero quiero que la gente lo diga; entonces hemos estado organizando reuniones con el Colegio de Sicólogos, de Siquiatras, de Médicos, con el Sector Salud y ahora, mañana (por hoy viernes), voy a hacer recorridos en la calle para escuchar la opinión de la gente.
Por otra parte, el senador de la República lamentó también que en la Ciudad de México ya se otorgaron dos amparos para el consumo de cocaína con fines recreativos, no por razones médicas.
¿El estado ideal del hombre es estar drogado?
Mi punto de vista –expresó– es que es absolutamente erróneo, es una claudicación y me parece que el hecho de que la Corte diga que es indispensable para el desarrollo de la libre personalidad está poniendo en peligro el diseño del ser humano que tenemos, o por lo menos al que aspiramos que es de un hombre saludable; el de un hombre comprometido que pueda apreciar la importancia de los demás, pero si tú te dañas a ti mismo sólo por darte gusto a ti mismo y pones en riesgo a los demás, me parece muy grave que reconozcamos que es indispensable que pase eso, que ni modos, que la sociedad cambió, que nos rendimos y que el estado ideal del hombre es estar drogado, concluyó.
Por Rafael Mis Cobá