Los apicultores yucatecos tuvieron un mal inicio de año, pues diversos municipios reportaron bajo precio de la miel, que oscila entre los 18 y 22 pesos por kilo, lo mismo que una caída en la producción.
Si cada productor mielero ha logrado de tres o cuatro tambores de 200 kilos cada uno en lo que va del año, es mucho, ya que la mayoría reportan dos unidades promedio.
Además, advierten la pérdida de colmenas por la canícula y, para rematar, la caída de los precios del dulce, tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
En Yucatán, el precio máximo es de 22 pesos por kilo, mientras que en el 2019 el precio fue de 40 pesos y su más bajo fue de 12 pesos el kilo, cuando se trataba de miel aguada o de baja calidad.
Estanislao Canché Pat, productor de miel de Maxcanú, comentó al reportero que hubo una caída en la producción desde finales del año pasado por la sequía extrema.
A la ruina
Recordó que el año pasado, el dulce se cotizó en un máximo de 45 pesos el kilo; sin embargo, ahora los bajos precios que se pagan y la baja floración están llevando a la ruina a cientos de apicultores yucatecos.
Canché Pat indicó que el pasado fin de semana logró llenar dos tambores de miel, que llevó a vender a Mérida, ahí por Cholul, donde le pagaron 22 pesos el kilo.
Cabe señalar que muchos mieleros son víctimas de los intermediarios, quienes les machetean el precio, o bien viajan a otros municipios del interior del Estado a ofrecer su producto a precios de “remate”.
La miel se paga a 17 y 21 pesos in situ; por ejemplo, en el municipio de Chicxulub Pueblo el kilogramo de miel se paga a $22.00. En Libre Unión, en $20.00, lo mismo que en los municipios de Maxcanú y Halachó. En Huhí, el precio está mucho más castigado y ronda los $18.00.
A diferencia de lo que ocurre en Yucatán, el precio en Campeche es mejor: por ejemplo, en Hopelchén y en Escárcega se paga a $27.00 el kilogramo.
En contraste, en el ejido José María Morelos, Quintana Roo, el precio es peor: $17.00 el kilo.
Situación crítica
En Sahnacat, Ismael Pacheco comentó que los mieleros enfrentan una situación crítica, luego del desplome del precio de la miel, como consecuencia de la incursión de China en el mercado internacional.
Según cifras oficiales, de noviembre a junio de la temporada 2017-2018 se cosecharon 7,500 toneladas de miel y fue una de las mejores en cuanto al precio, ya que llegó a los 45 y 47 pesos por kilo.
Ismael Pacheco insistió en que el bajo precio de la miel es un fenómeno mundial, situación que se agrava por la falta de apoyos por parte del Gobierno Federal y también por la presencia de plagas, sobre todo del escarabajo.
La falta de apoyos federales ha ocasionado que los apicultores ya consideran dedicarse a otro tipo de actividades.
Arsenio Fernández Sánchez, productor de Hunxectamán, municipio de Mérida, comentó que los intermediarios son un cáncer para los productores de miel del interior del Estado, pues no pagan más allá de $20.00 el kilo.
Identificó como tal a una conocida empresa situada cerca del Periférico de Mérida, donde se paga a 18 pesos el kilo y los pagos son por abonos o diferidos, es decir, tienes que llegar y dejar los tambos de miel y regresar una semana después para el pago correspondiente o, en su caso, se hace en dos pagos.
La esperanza
El apicultor mencionó que tienen la esperanza que para los meses de marzo, abril y mayo, cuando debe florecer el dzidzilché, luego el jabín y después el kaanchunub, tzalam y chukú, la producción aumente.
Precisó que la miel del tzalam es sencilla, muy aguada, pero la miel del jabín y dzidzilché es la mejor, es buena, consistente; empero, la mal pagan los exportadores yucatecos, ese pequeño grupito de empresarios, señaló nuestro entrevistado.
Se espera que con la entrada en operación del Centro de Acopio de Miel, en Tahmek, se frene la especulación y los abusos que afectan a los apicultores de la Península
(José Manrique)