Desde su niñez trabajó en la carpintería, primero como recogedor de basuras, virutas y aserrín en el taller, después, poco a poco fue aprendiendo a hacer los primeros trabajos y cortes en las maderas. Fue un oficio que le ha dado para vivir y tener sus cosas materiales; muchos dicen que la carpintería no deja, pero él dijo que no es cierto, “a mí la carpintería me ha dado todo lo que necesito para vivir cómodamente”.
Todo trabajo deja, siempre y cuando te dediques a ello, aseguró Francisco G. C, más conocido como “Pacho”. En entrevista con él, dijo: “desde los 5 o 6 años me gustó la carpintería, e iba con don Alonzo Sánchez, un señor que tenía su carpintería en el barrio de Santa Ana cerca de donde yo vivo. Lo primero que hice fue limpiar el taller o recoger la basura y dejar arregladito, poco a poco fui dedicándome a aprender la carpintería, hasta que aprendí el oficio”.
“Por un tiempo fui a trabajar a Chetumal, allí conocí a un señor que tenía su taller de carpintería y en una ocasión lo fui a ver desempeñarse, después él me vio laburar y me dijo ‘trabaja conmigo y te pago, aquí hay trabajo’. Trabajé un tiempo con él en cosas como rejas, pisos, entre otras; fueron como 8 años con Juan José Sánchez Fernández (hijo de don Alonzo)”, narró.
“Seguí así hasta que un señor, don Gonzalo Tun (que era tornero), me dijo ‘empieza a trabajar por tu cuenta’, y así ese señor me hizo mi mesa y mi torno y empecé a laborar por mi cuenta; le fui pagando poco a poco las herramientas que me hizo para que empezara. En la actualidad hago todos los trabajos de carpintería, como mesas, sillas, bancas, roperos, vitrinas, etc.”, contó.
“Mi trabajo me gusta, por eso dicen que cuando te gusta tu empleo te dedicas a ello como si no fuera trabajo, sino como una distracción y alegría, para ver terminados tus diseños y saber que la gente queda satisfecha con lo que haces y te lo agradece, y que además te lo paga”, concluyó Francisco Garrido.
Con información de Manuel Vázquez
Por Redacción Digital Por Esto!