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Yucatán

Súbditos de Momo desafiaron a Chaac

Momo invitó a Chaac, y el dios de la lluvia asomó su enorme nariz en Plaza Carnaval, pero no logró su cometido en el Viernes de Corso con el que iniciaron los desfiles de las fiestas carnestolendas, porque la música y la alegría de los que sí acuden a disfrutar de estos días fue imparable.

Los reyes del Carnaval de Mérida, Martha Paola Novelo Bojórquez (“Paola I”) e Isaac Alonzo Puerto (“Isaac I”), en distintos carros alegóricos, presidieron el primero de los desfiles que se caracterizó por una noche fresca, con una ligera llovizna, pero que a pesar de ella la gente que acudió se mantuvo en sus asientos sin pensar que Chaac habría de estar invitado a la fiesta.

Oculto entre las sombras de la noche, Baco también se hizo presente, aunque casi ni se notó. Las ventas de la cervecería concesionada no tuvieron el impacto esperado.

Ya van acostumbrándose

Ya son seis años de que el Carnaval se quitó del Paseo de Montejo y se pasó a las inmediaciones del recinto ferial de X’Matkuil; la gente como que ya va acostumbrándose. Anoche, el tránsito de entrada fue de notoria intensidad entre las siete y las ocho y media de la noche; después de las once de la noche, el retorno también estuvo algo complicado para algunos.

Previo al desfile, el alcalde Renán Barrera Concha inauguró Plaza Carnaval, que este año tiene algunas innovaciones como la colocación de gradas especiales, mayor amplitud en el desfile y una mejor iluminación en la zona donde inicia el paseo.

El desfile se programó para las ocho y media de la noche, pero inició a las 20:45 horas y tardó casi una hora en arribar a la parte central, donde se acomodan las autoridades y la prensa que cubre el derrotero.

La Coca Cola encabezó el desfile con una alegoría al cuento de Aladino, con un carro que simuló el reino en el que se desarrolla esa historia contenida en Las mil y una noches, aunque no sea un cuento original del texto, sino añadido en el siglo XVIII. El tema “De historias e historietas” del Carnaval es una clara alusión no sólo a la literatura clásica, sino a temas más actuales, e incluye una sección de anime –animación tradicional o por computadora– que procede de Japón y que tiene representantes clásicos como Sailor Moon o Mazinger Z.

Dos horas de desfile

Los textos de la literatura incluyeron alusiones a cuestiones mexicanas e, incluso, hubo dibujos animados como Los Caballeros del Zodiaco y Transformers. A lo largo del desfile –que duró dos horas–, los patrocinadores aventaron desde playeras hasta galletas, repartieron refrescos y toda clase de chucherías de plástico.

Detrás de la Coca Cola desfilaron los del DIF Municipal y su Departamento de Atención a Personas con Discapacidad y el Centro Integral para la Plenitud del Adulto Mayor Renacer, los cuales participaron de manera muy alegre, tanto, que hasta daban ganas de bailar la música tropical que traían en un carro de sonido.

La Vicente Solís presentó el cuadro de los X-Men y los de Francisco de Montejo a La Pantera Rosa. Y hablando de panteras rosas, ayer el cronista notó unos cuantos en medio del desfile y en algunas zonas de gradas y se preguntó “quéztapasanda” que ya no hay chavas-nenas como antaño.

La Cámara de Comercio presentó una camioneta y un carro alegórico de los negocios afiliados a la Cámara, con una batucada de la Caja Popular Mexicana. Volvieron las comparsas como la de Jardines de la Nueva Mulsay con los Looney Tunes y la “Pasión Latina” con Los Picapiedra, algo un poco extraño en estos tiempos, dado que es una caricatura muy antigua que ya no pasa por algún canal, de modo que sólo en YouTube la encuentras.

Los de Vergel presentaron a los Muppet Babies y los de Ciudad Caucel el cuento de Mulán. Bueno, hasta Servilimpia recorrió el derrotero con un camioncito. En uno de esos carros desfiló la conductora de deporte, Paty López.

Lorena Herrera

El Comité del Carnaval fue el que cerró con un contingente que tenía barrenderos, botargas de terror, anime, cómics, leyendas mexicanas, ciencia ficción, aventuras, hadas, príncipes y princesas, los Burbulocos y, hasta el final, un carro alegórico de Literatura Clásica en el que iba muy sonriente Lorena Herrera, quien se bajó a saludar al alcalde Renán Barrera Concha, el cual, por cierto, estaba celebrando su cumpleaños en el palco oficial junto con funcionarios de la Comuna.

El desfile terminó cuarto para las once de la noche, con una cuadrilla de Policías Estatales. El saldo reportado por la Policía Municipal fue blanco, sin incidentes de ninguna clase, aunque el cronista tiene un severo reclamo al Comité Permanente del Carnaval de Mérida: dónde demonios acabaron las edecanes de las cervecerías que año con año le alegraban la pupila a más de uno.

(Rafael Gómez Chi)

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