José Miguel Rosado Pat
“Cultivad las artes y las ciencias como lo habéis hecho hasta estos tiempos. Conservad vuestra fama y vuestro talento para las cosas bellas y sed la admiración de los otros pueblos”
Zamná y Otros Relatos Mayas. (Fragmento).
Roldán Peniche Barrera
¡Qué noche! La bóveda celeste de nuestro Templo recogió las voluntades, ideas y pensamientos de los presentes, los convirtió en estrellas y se cubrió con ellas, iluminando así los cuatro puntos cardinales de la logia.
Las Columnas de la Oriental-Peninsular dieron a luz una nueva hija, que nace en su seno y a la que puso por nombre Zamná, en honor al sabio y Gran Instructor de los Itzaes, aquél que cuando llegó el final de su tiempo dijo a los hombres “estudiad, como hasta ahora, los códices sagrados, y sacad de ellos la sabiduría honda de nuestros abuelos ya caídos, y sabe las predicciones y los secretos de nuestra raza santa, y de este modo podréis contestar las preguntas de los ignorantes y los malavenidos y vuestro nombre quedará a salvo de los engañadores y los que quieren confundirlos”1. A la Respetable Logia Simbólica Zamná, le correspondió el número 43, siendo éste el consecutivo en el otorgamiento de Cartas Patente de la Gran Logia Unida La Oriental- Peninsular. Le anteceden las Respetables Logias Simbólicas Kukulcán No. 41 y Hunab Kú No. 42.
Los Venerables Hermanos, cuyos nombres figuran en dicha Carta Patente, son el del Venerable Maestro, quien preside los trabajos, y los del Primer y Segundo Vigilantes, correspondiendo en ese orden a José de Jesús Magaña Toledano, Félix Paredes Chablé y César Octavio Sansores y Ruz. Estos tres maestros masones tendrán la dura misión de conducir con sus luces la novel logia.
La creación de Zamná No. 43 es el fruto de esfuerzos conjuntos y, sobre todo, de la concordia de las voluntades, motivadas por un sentimiento de amor fraternal y la conciencia de asumir la histórica responsabilidad de mantener viva y dinámica a la masonería en el Oriente de Yucatán.
La noche del 22 de febrero del 2020 ha de ser ejemplo para los masones de generaciones futuras, y muestra de acción perseverante para los presentes. La fundación de Zamná No. 43 es un hecho trascendente, pues toma relevancia en el contexto local y nacional, en los que la masonería, sufre el embate sistemático de organizaciones defensoras de posturas francamente reaccionarias y fascistas.
La ceremonia fue presidida por el Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia Unida La Oriental-Peninsular, Víctor Enrique Espinosa Pinelo, quien se hizo acompañar del Past Gran Maestro, Adrián Valencia Salazar, y del Primer y Segundo Grandes Vigilantes, Hernán Uribe y Omar Salinas Bastarrachea, respectivamente. En el Oriente lo acompañaron también, los Venerables Maestros de las Logias Fraternidad No. 10, Francisco Morales G. No. 13, Atlántida No. 15, Estabilidad No. 17, Hunab Kú No. 42; y, en calidad de visitante, el Venerable Maestro de la Respetable Logia Simbólica José Martí No. 8 del Oriente de Cancún, estado de Quintana Roo.
La asistencia fue numerosa. Acudieron hermanos de la mayoría de las logias jurisdiccionadas a la Oriental-Peninsular. Hermanos de todas las edades masónicas y humanas; algo que caracteriza a la masonería universal es que, en ella, concurren hombres y mujeres de todas las edades, pero también creencias, nacionalidades, orígenes étnicos, profesiones y oficios. Ello enriquece nuestras reuniones y ceremonias, las que se desarrollan en un ambiente de fraternidad e intelectualidad.
Al término de la ceremonia, en la que el Venerable Maestro de la recién fundada logia recibió de manos del Muy Respetable Gran Maestro la Carta Patente, al concederse el uso de la palabra, el Templo se colmó de parabienes: “¡Larga vida a Zamná 43!”, se escuchó múltiples veces a partir de ese momento. La emoción fecundó en los corazones de muchos de los hermanos asistentes y la energía vital que habitaba el Templo era enfocada y armoniosamente vibrante.
Fueron muchos los hermanos que expresaron sus plácemes al nuevo Taller, conmovedores algunos, más o menos retóricos otros, pero todos con un mismo afán. De los anfitriones, fue el hermano Félix Paredes Chablé quien leyó un trazado titulado “Para el recuerdo”, en el que narró lo vivido durante los ocho meses previos a la entrega de su Carta Patente: “transcurrido el tiempo y, con pleno respeto al reglamento que rige la vida interna de la francmasonería en este Oriente, hoy recibimos, orgullosa y responsablemente, la Carta Patente que nos otorga la distinción de Respetable Logia Simbólica Zamná No. 43”.
Además de los hermanos José Magaña Toledano, Félix Paredes Chablé y César Octavio Sansores y Ruz, conforman el cuadro logial los hermanos Rubén Ricardo Solís Vázquez como Orador, Vicente Sulub Adrián como Secretario, Simón Ricardo Acevedo Rodríguez como Maestro de Ceremonias, Juan Enrique Castilla Valencia como Primer Experto; y, Rafael Domingo Briceño Pinzón como Segundo Experto.
Los hermanos masones de La Oriental-Peninsular nos congratulamos por este suceso histórico para la masonería yucateca. Que la luz de Kinich Kak Mo, alumbre el camino que inician hacia el encuentro con la verdad, que sean como esa “guacamaya de fuego”, o como el águila, aves a las que la luz del sol no ciega; mirando siempre lo infinito del pasado y lo eterno del futuro: el presente es nuestro.
¡Larga vida a Zanmá No.43! ¡Larga vida a la masonería peninsular!
1 PENICHE BARRERA, Roldán, Zamná y Otros Relatos Mayas, Universidad de Yucatán, Mérida, 1972.