El Fondo Nacional de Turismo tiene previsto que la estación del Tren Maya en Chichén Itzá se construya al Norte del polígono arqueológico, afuera de dicho sitio, además de que se gestionan recursos para edificar un museo, anticipó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Fernández.
Por otra parte, Rogelio Jiménez Pons, director del Fonatur, ofreció en Ciudad de México una rueda de prensa en la que dio a conocer que el Tren Maya no sólo regresará a su ruta original, sino que la vía férrea se construirá sobre la carretera de cuota que va de retorno de Cancún a Kantunil y que tiene una longitud de 225 kilómetros.
De ese modo, el carril de retorno de Cancún de la carretera de cuota se reconstruirá al lado del que ahora es de ida a ese polo turístico, a fin de dejar el espacio ya libre para las vías del tren, lo que tendría el más mínimo impacto ambiental debido a que ese ya tiene los permisos ambientales.
También explicó que se decidió retornar al original porque en el tramo Izamal-Tulum, que es de 193 kilómetros, se afectarían un mayor número de cenotes, además de que ahí hay una mayor masa forestal dentro del derecho del tren y se hubieran afectado unas 320 hectáreas.
Por lo que toca al tema de Chichén Itzá, ayer, Prieto Hernández dijo en Mérida que ahí “tenemos una idea preliminar hacia el norte, afuera del polígono de la zona arqueológica y, a partir de ahí, reordenar toda la zona, porque tiene muchos problemas”.
“Sensato y accesible”
En pláticas con el Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur), ejecutor de esta obra, se está solicitando que como parte de la inversión se destine un porcentaje pequeño “sensato y accesible” a favor del rescate del patrimonio y vestigios, por lo que se espera que de manera paralela se levante dicha estación y un museo.
“Sí, en paralelo construir un museo y la estación, porque Chichén recibe muchos visitantes, pero creen que solo es la pirámide del Castillo, pero no, hay más; también quiero que se habilite en el circuito de visitas a la zona de Chichén Viejo, que es una hermosura de lugar”, explicó.
Sobre el reordenamiento de la zona con recursos del Tren Maya, abundó que buscarán reubicar a los vendedores ambulantes a otro espacio “para que dejen de estar en medio de los monumentos”.
Además de que se revisará el vínculo operativo y de manejo entre lo que será la estación, el poblado de Pisté, comisaría de Tinum, y el sitio arqueológico.
Asimismo, se implementaría un sistema único de ingreso a Chichén Itzá y no la dualidad actual de cuotas, que cobran tanto el INAH como el Gobierno de Yucatán, porque eso “no ayuda mucho”.
Se le preguntó qué hace el INAH para evitar que la obra afecte vestigios prehispánicos y respondió que están combinando el análisis de las fotografías de los vuelos LIDAR con los recorridos en campo de los arqueólogos, para ubicar puntos que estarían en riesgo.
“Si hubiera una afectación, la solución sería el rescate del vestigio, desviar el trazo (del tren) o ir por arriba de los vestigios. Pero ahora las acciones son de prospección… como todavía no hay acciones directas de construcción de la obra, no hay acciones directas de rescate arqueológico”, dijo.
“No se va a construir en ocho días”
El Tren Maya “no se va a construir en ocho días”, pues es una obra que lleva mucho tiempo y, por lo mismo, el INAH seguirá acompañando con labores de rescate y salvamentos.
Por su parte, Arturo Chap Cárdenas, responsable del área jurídica del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dijo que el reordenamiento de la ruta y el retorno al original se debe a una serie de vestigios arqueológicos y ruta de cenotes.
Mencionó que especialistas del INAH realizaron investigaciones sobre el trazo de Valladolid-Cobá, como planteó la primera propuesta de Fonatur; sin embargo, se hallaron vestigios arqueológicos y un cenote de casi 90 metros de diámetro, que se encuentra en una caverna, por lo que se ha determinado modificar la ruta.
“Es importante conseguir recursos para darle una mayor presencia a estas ciudades mayas y trabajar en incrementar la oferta cultural que aportan. Por ello, se realizarán nuevos programas de investigación, con el apoyo de especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán y los investigadores del INAH”, dijo Chap Cárdenas.
La tarea primordial del instituto es velar por la protección y preservación de estos sitios arqueológicos, pero también visibilizar e impulsar acciones para mantener viva la cultura maya, que en gran parte muestra su presencia, cultura e identidad; por ello, agregó, se buscará tener una agenda en materia de concientización y protección de los mayas, como es el caso de su lengua, costumbres y tradiciones, que es uno de los valores más importantes de la cultura mexicana.
Con información de Rafael Gómez Chi
Por Redacción Por Esto!