Con casi 80 años de vida el señor Saúl Pisté Díaz todavía sigue trabajando, uno de los últimos descendientes de los primeros zapateros de esta ciudad. La familia Pisté, los iniciadores de la zapatería en esta urbe, cuando este oficio era bastante remunerable.
Él es uno de los creadores de las botas mineras o chicleras, en entrevista en su taller ubicado en la calle 44, entre 37 y 39, dijo lo siguiente:
"Llevo 54 años trabajando en este oficio de la zapatería, soy el creador de las botas mineras y chicleras, estas tuvieron mucho auge en la época del chicle en esta parte de Yucatán, ya que muchos chicleros eran llevados de esta ciudad, las botas se hacían de cuero y hasta resisten una picadura o mordedura de serpiente y no llegan sus colmillos a los pies del chiclero que las tenía y después también se compró mucho en la época del campo de las milpas.
De antes costaba 35 pesos una bota chiclera, ahora cuesta 350, de antes había más trabajo que ahora, pues todo estaba barato y el precio de los materiales para la elaboración también estaban baratos, pero creo que todo es equitativo, pues también se vendían baratas las cosas, yo soy uno de los pocos descendientes de la familia Pisté que quedamos vivos, yo ya mero cumplo 80 años.
Sólo quedamos Pedro, Pepe y un servidor, los demás (Concepción, Víctor y Lucio) ya fallecieron, trabajé mucho, desde a los 17 años comencé en este oficio de la zapatería, de antes hacíamos calzados de distintos modelos, pero ahora debido a las fábricas de zapatos muchos de los que eran zapateros se convirtieron en huaracheros, o sea, fabrican más huaraches, yo soy el único que fabrico botas de chicleras, pero ya en año y medio pienso descansar de este oficio, como decía ya me canse, voy a descansar", finalizo.
Con información de Manuel Vázquez Rivero
Por Redacción Digital Por Esto!