El arte es una buena oportunidad para difundir diferentes culturas y es a través de la pintura que el artista hondureño Cruz Bermúdez ofrece una oportunidad para conocer la riqueza del grupo étnico garífuna, su vida cotidiana, el sistema de alimentación, sus líderes, el fenómeno migratorio y una sociedad amigable con el medio amigable.
“Añoranzas Garífunas” es el nombre de la colección que el pasado miércoles se inauguró en el vestíbulo del Museo de la Ciudad de Mérida. “Un pueblo sin arte y sin cultura no tiene sentido, comparte el artista. Hoy me traje un pedacito de Honduras, las añoranzas de una cultura que lucha por sobrevivir y merece ser reconocida”.
Cruz Bermúdez es un pintor autodidacta que desde su época escolar comenzó a practicar el dibujo, un arte que comenzó a dominar, romper barreras y tener aceptación en muchos rincones de Honduras. También ha recibido reconocimientos por su obra, entre estos en la Primera Cumbre Mundial de Afrodescendientes.
La colección que por primera vez llega a Mérida le llevó dos meses crearla y algunas obras estuvieron expuestas en la Galería “El Aura”, la cual fundó y dirige en el barrio Independencia del puerto Tela que lo vio nacer.
De la cultura garífuna comenta que es una etnia que desde sus inicios los descendientes fueron emigrantes que naufragaron en la isla de San Vicente, aproximadamente en el año 1635, que posteriormente se acomodaron en toda la franja costera de Honduras. “Han sido amigables con el medio ambiente, veían el hábitat de una forma diferente, pero con el paso del tiempo esos espacios se volvieron paradisíacos y más personas quieren vivir ahí, obligándolos a salir”.
Por ello en las 17 pinturas que conforma la colección, Cruz plasma el fenómeno de emigración como un derecho de todos, ya que al no estar a gusto en tu hogar, tus tierras y por el bien personal, por la familia, está el sueño de algo mejor, vivir dignamente, “aunque el precio puede ser alto, a veces con la propia vida”. (Boletín)