PROGRESO, Yucatán, 22 de marzo.- Los vendedores y comerciantes ambulantes respetan las disposiciones sanitarias por el Coronavirus, pero esto daña la economía propia, al grado de no tener dinero para pagar servicios básicos y la compra de comida.
Al aplicar las autoridades, este aislamiento de la población, sólo los que tenemos necesidad de trabajar, prácticamente están al día, si no vendemos, no tenemos para comer.
Esto es una especie de “veda” que siento que debe apoyar el Gobierno a los vendedores como en mi caso, a veces regreso a casa con las manos vacías.
Comentó lo anterior la vendedora de kibis, Yolanda Concha Cabrera, de 68 años, con más de 40 años de experiencia, la cual fue desalojada de la playa, por disposiciones sanitarias y ahora está trabajando en un lugar céntrico.
“Tal es mi situación adversa que tengo, debo pagar mañana 1,000 pesos de consumo de energía eléctrica y si no lo hago, me la cortarán rápidamente, esto no sucedería, si todo estuviera normal. Además, tengo que conseguir recursos económicos para atender a mi hija de capacidad especial y tengo un hijo que está cursando una carrera de ingeniería, y necesito para pagar la colegiatura”.
Se está obedeciendo desde que fueron desalojados de la playa, desde el 19 de marzo, pero luchan día a día, para conseguir el sustento de manera honrada.
Esperamos que esta situación sanitaria se resuelva, porque si no, se prevé que en un futuro no muy lejano haya una ola de robos, sobre todo en tiendas y centros comerciales; ojalá que alguna autoridad escuche esta petición de ayuda.
(Alfredo Canto May)