Elementos del Ejército Mexicano y del Cuerpo de Bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública continuaron ayer por tercer día consecutivo el combate de un incendio que ha consumido hasta ahora unas 250 hectáreas de montes bajos de Acanceh.
Los esfuerzos del personal militar y de los bomberos arrojaron resultados positivos al controlar alrededor de las seis de la tarde el avance del fuego a unos mil 300 metros de la carretera a Cancún hacia el Sur y la misma distancia de la vía a Chetumal hacia el Oriente.
Los reporteros pudieron constatar la efectividad de la técnica utilizada para frenar el avance de las llamas y que es conocida como “contrafuego”, la cual consiste en adelantarse en la ruta que lleva la candela y quemar de manera controlada una determinada franja de monte, de tal manera que el fuego encendido de manera intencional frene al propio fuego que va llegando.
Comenzó el domingo
El incendio, cuyo origen todavía no se ha determinado, inició el pasado domingo en montes del municipio de Acanceh y, aunque en las horas y días siguientes aparentaba haber sido controlado, los repentinos y fuertes vientos que soplaron volvieron a encender la maleza y arbustos para continuar su paso arrasador al interior del monte.
Pese a esas condiciones, los militares y bomberos han podido controlar el avance del incendio y, con ello, evitar que llegue a dos granjas avícolas ubicadas en la zona. Ayer mismo, la labor conjunta para apagar las llamas, limpiar la maleza de un acceso en una especie de guardarraya y la aplicación del “contrafuego”, impidió que las llamas llegaran hasta el Rancho “Los Cascabeles”.
Alrededor de las 5 de la tarde de ayer, cuando aparentemente la candela había sido apaciguada, los vientos de Norte a Sur arreciaron y atizaron el fuego para nuevamente levantarse las llamas y avanzar rápidamente en dirección hacia el Sur.
La técnica
En cuestión de segundos, la hojarasca y arbustos secos comenzaron a crujir al mismo tiempo que se escuchaba el silbido del fuego en su rápido y destructor avance.
Sin embargo, rápidamente los soldados y los bomberos recurrieron al bote de mecha para prender el “contrafuego”, mientras que otros, con machetes en mano y bombas aspersoras, limpiaban la maleza y rociaban con agua y químicos para apaciguar el paso de la candela.
El personal tenía que luchar, además, contra el denso y oscuro humo que se levantaba y los cubría por completo.
Al cabo de unos 10 minutos la estrategia y técnica funcionó una vez más y las llamas fueron frenadas por las propias llamas encendidas de manera intencional, aunque el riesgo de atravesar la franja resultaba siempre latente si las pavesas del fuego la brincaban por la fuerza del viento y las llevaba a la hojarasca seca.
Plan DN-III-E
El incendio se ubicaba ayer a unos 9 kilómetros y medio del Periférico de Mérida hacia el Oriente, rumbo a la carretera a Cancún, a la altura del cruce del puente donde se ubica al retén de revisión, y a unos mil 300 metros hacia el Sur.
De acuerdo con la información recabada, la candela observada el domingo vino de dos frentes, del Sur hacia el Norte y también del Oriente hacia el Poniente; ya se han siniestrado 250 hectáreas de monte bajo, sin afectar cultivos, ranchos o predios habitados.
En el operativo militar, que forma parte de las acciones de auxilio a la población en el marco del Plan DN-III-E, participan desde el domingo pasado 90 elementos pertenecientes al XI Batallón de Infantería, al Vigésimo Regimiento de Caballería y al VII Batallón de Ingenieros de Combate.
Del honorable Cuerpo de Bomberos suman 40 elementos, así como también algunos miembros de la Dirección de Protección Civil que participan en la organización de las labores.
(Rafael Mis Cobá)