Contingencia nos está dando una lección de vida

PROGRESO, Yucatán, 10 de abril.- Hoy es un día muy sagrado, Viernes Santo, y después de muchas décadas, estamos pasando un día como debe ser, meditando, orando, apoyando al prójimo y disfrutando del amor de todos los seres queridos en casa.

Esta contingencia sanitaria nos está dando una lección de vida; que es devolver la mirada a Jesús y el enorme sacrificio de vida que hizo por nosotros, por nuestra salvación.

Después de muchas décadas se olvidó la fiesta playera, la bebida, comida y sobre todo el alcohol, ahora todo nuestro corazón y pensamiento está en el sufrimiento y muerte de Cristo, un momento sagrado para todos los católicos y creyentes.

Esto fue declarado por Teresa Nicoli García, de 64 años, enfermera jubilada y se dedica además a cuidar abuelitos a domicilio, donde además en este día tan especial y venerado, cumplió años.

“Mi vida se ha basado en la fe, en el amor infinito que profesa un ser superior, y este día en lugar de fiestas o de parrandas, todo está enfocado como un presagio de la Muerte y Crucifixión de Jesús.

“Ahora toda la humanidad está enfocada y unida ante un mal llamado Coronavirus, que ha puesto de cabeza a varios países y que sólo Jesucristo tiene la última palabra.

“Ya no vamos a la iglesia o centros cristianos por estar encerrados, sino que en la comodidad de casa, se puede observar las transmisiones en vivo o en canales de televisión abierta, escuchando Las 7 Palabras.

“Al esperado término de esta contingencia sanitaria debemos seguir así, permanecer unidos y dirigidos a Dios en todo momento, no sólo en estos tiempos de apremio y dificultades, debemos ser ante todo agradecidos”, finalizó.

(Alfredo Canto May)