En menos de cinco días se agotaron los paquetes de trabajo que la Secretaría de Salud de Yucatán proporcionó a pasantes e internos que prestan servicio en las clínicas y hospitales del Estado. “Hoy voy a usar los dos últimos cubrebocas que nos dio el Gobierno del Estado”, manifestó Alberto Pech, pasante de médico general.
Dijo que los cubrebocas que entregó el gobierno son muy sencillos, e incluso a dos de ellos tuvo que cambiarle el elástico y no se pueden lavar porque la tela se desgasta. Por su parte, el pasante Jorge, que presta sus servicios en el Hospital “Ignacio García Téllez” o la T-1 del IMSS, manifestó que los cubrebocas ya se le gastaron y sólo conserva dos pares de guantes de látex que no son los ideales para la atención de pacientes.
“Como no tengo material hay que estarle rogando a los jefes de área que nos compartan y nos los entregan de mala gana que porque el gobierno ya nos dio los nuestros”, indicó. Muy molesto, el pasante consideró que la UADY, en lugar de estar pendiente de las necesidades de sus alumnos, se limita a producir y envasar gel antibacterial.
Manifestó que en la T-1 los pasantes son el primer contacto con los pacientes, pero carecen de equipo completo desechable que incluye bata, gorro, zapatos, cubrebocas N95 y careta de plástico.
Pliego petitorio
Finalmente el entrevistado manifestó que el lunes por la tarde pasantes e internos acudieron a la Facultad de Medicina para entregarle un pliego petitorio al director José Castro Sansores, donde se señalan las carencias que enfrentan y su negativa de regresar a las clínicas y hospitales hasta que les garantizan todas las medidas de seguridad.
Los pocos pasantes que acudieron a realizar el servicio social fueron aquellos que dependen del dinero de la beca del servicio para la alimentación familiar.
Felipe, quien por medio de su red social se “disculpó” con sus compañeros por acudir a su servicio social, dijo que lo hizo porque su madre se quedó sin trabajo y su beca representa dinero que necesita en casa; sin embargo, consideró que no es lo correcto agachar la cabeza ante la adversidad ni mucho menos arrodillarse ante el sistema que solo vela por los intereses de unos pocos.
“Hemos pasado más de siete meses en un sistema de salud arcaico, lleno de carencias, falta de seguridad en las clínicas, atención por parte de las autoridades, falta de materiales; sin embargo, hemos resistido y es momento de contar con las mejores condiciones en nuestras clínicas”, dijo.
Por su parte, la Sociedad de Padres de Familia de la Generación 2019-2020 dio a conocer un comunicado el día 11 de abril en el que responsabilizan a la Universidad Autónoma de Yucatán por poner en riesgo la integridad física de los alumnos y pasantes que prestan sus servicios en clínicas y hospitales sin el equipo de trabajo adecuado.
(Melly Manzanero)