Los empleados de las funerarias que recogen los cuerpos de personas que fallecen de Covid-19 en los hospitales usan batas, guantes, cubre-bocas y gorros para protegerse de posibles contagios.
Por lo general, se les vela poco tiempo en sus casas antes ser llevados al crematorio de Xoclán, ya que no pueden ser inhumados, según disposiciones de las autoridades de salud.
Elena Margarita Garrido de Yamá y su esposo, propietarios de la centenaria Funeraria Garrido, señalaron que ellos se asesoraron con un médico sobre cómo manejar los cuerpos de personas que han muerto de coronavirus, además de que se informan por medio de boletines que ha publicado el sector salud sobre el particular.
Dijo que por ahora esa funeraria no lleva a cabo el servicio de velación en sus instalaciones sino en el domicilio de los deudos; además, explican a los familiares del fallecido que en el velorio debe haber poca gente para evitar contagios. En el servicio domiciliario, la funeraria proporciona el ataúd, los candelabros, el crucifijo, cuando son católicos, los atriles para asentar el féretro y floreros.
Comentaron que en caso de que los familiares del fallecido no tengan donde velar a su ser querido, la funeraria sí los acepta pero por poco tiempo, mientras se realizan los trámites y con pocas personas en el velorio.
(Texto y fotos: Elena Gómez)