VALLADOLID, Yucatán, 26 de abril.- Uno de los oficios u ocupaciones más antiguos en esta ciudad es el de la reparación de bicicletas, muchas personas de antaño se dedicaron a esta actividad y aún quedan los descendientes de varios de ellos, que todavía viven de esta ocupación manteniendo con ello a sus familias y sacando a delante a sus hijos.
No es un trabajo que deja mucho dinero, pero da para vivir; según se dijo, es un oficio que no ha pasado de moda porque a pesar de los vehículos modernos que son las motos y los carros, siempre va a haber alguien que todavía tenga y utilice su bicicleta, que fue el primer medio mecánico de transporte que existió.
Una de las tiendas de refacciones y taller de la ciudad es la bicicletería “Silva”; en conversación con su actual dueño, Paulino Silva Alcocer, dijo que esta fue fundada por su difunto padre, Paulino Silva Gil, hace 67 años, y está ubicada en la calle calle 44 entre 39 y 41.
“En la actualidad yo soy el que está al frente de este taller de reparación de bicicletas, también vendemos algunas refacciones; mi padre hace 8 años que falleció, fue uno de los primeros bicicleteros de la ciudad. Yo soy, se puede decir, de la segunda generación y mi hijo Jim Paul Silva Aguilar sería la tercera, quien también sabe el oficio.
“Hace años, cuando se inició este taller, la reparación de la pinchada de una llanta costaba $1.00, hoy en día cuesta $15.00, todo ha subido de precio a través de los años. Anteriormente había más trabajo debido a que no habían muchas personas que se dedicaban a este trabajo; hoy en día hasta en las colonias y fraccionamientos hay quienes realizan esta actividad. Antes una bicicleta costaba $300.00 ahora no baja de 3 mil pesos.
“Lo más común que le sucede a las bicicletas es que las llantas se les pinchan; además del cambio de llantas y recámaras. En la actualidad la gente que más usa la bicicleta es la gente del campo, aunque también algunos de esta ciudad.
“La renta de bicicletas, que hace algunos años estuvo de moda, en nuestros días se ha perdido y los que rentan son los turistas y algunas personas de los pueblos para hacer sus compras o arreglar sus asuntos en esta ciudad, y luego la regresan. Así seguimos con la tradición de reparar bicicletas desde la época de mi difunto padre”, finalizó.
(Manuel Vázquez Rivero)