Don Felipe Cauich, de 64 años, vende saborines por las calles de la ciudad
TIZIMIN, Yucatán, 14 de mayo.- Ejemplo de perseverancia y de no dejarse vencer ante las adversidades de la vida, es el que desarrolla Felipe de Jesús Cauich, quien a sus 64 años de edad y pese a que sufre los achaques de un accidente laboral, se gana la vida caminando y vendiendo sus saborines por las calles de la ciudad.
Acompañado de una neverita donde lleva sus saborines, don Felipe recorre largas distancias pese al sol o la presencia de la lluvia, con la esperanza de obtener los pesos necesarios para subsistir.
En entrevista compartió que hace como un año se dedicaba a las labores del campo, pero fue pateado por una vaca y, a partir de ahí, ya no pudo seguir trabajando; sin embargo, dijo que no puede quedarse sin hacer algo y ahora su esposa le prepara sus saborines y él sale a ofertarlos casa por casa.
Reveló que no gana más de 60 pesos realizando sus ventas, que algunas veces gana 40 pesos y cuando le va de malas, regresa a su vivienda –que se ubica en la calle 49-A x 40– con los bolsillos vacíos, pero que se siente muy contento de ganarse honestamente la existencia sin tener que robar o pedir caridad a la gente.
Externó que no cuenta con apoyo alguno y que sólo pide que la vida misma le continúe dando fuerzas para seguir con sus ventas.
(Luis Manuel Pech Sánchez)