Las humildes chozas son un riesgo para salud de sus habitantes / Extrema pobreza en la colonia “La Invasión del Dr. Peniche” ubicada al Oriente del Estado
TIZIMIN, Yucatán, 14 de mayo.- En extrema pobreza es como habitan vecinos del oriente de la ciudad, colonia conocida como “La Invasión del Dr. Peniche”, quienes cuentan con calles en pésimas condiciones, sus viviendas no cuentan con techo y piso.
En un recorrido efectuado por este lugar, familias dieron a conocer las situaciones que están enfrentando, donde muchos de ellos se quedaron sin trabajo por el Covid-19, y que a duras penas encuentran para la comida.
Doña Juana del Rocío Uc Cen, quien habita con su esposo y sus tres hijos en una humilde vivienda forrada de madera, techo de guano y carece de piso, comentó que cuando llueve el agua filtra dentro de su vivienda y se vuelve un lodazal, y teme que se complique la salud de su hija menor que padece de asma: “vivimos en la pobreza, mi esposo es jornalero pero está ganando muy poco, apenas nos da para comer, las despensas que está otorgando el Gobernador no llegan a todas las familias de aquí, siempre hay problemas por eso, pido que alguna gente altruista nos apoye con láminas para cambiar el techo de mi casa y así mi familia tenga un lugar un poco adecuado, que no se mojen cuando llueva; no tenemos baño y ahora por la situación económica no nos alcanza para cambiar el techo”.
Otra situación similar es la familia Chuc Mazun, quienes viven en una pequeña casa que esta techada con láminas de cartón que cuenta con muchos agujeros y lonas, que también están deterioradas; el matrimonio conformado por el señor Lorenzo Mateo Chuc Euan y Flore Esther Mazun Camal ha procreado seis hijos y, por esta contingencia, están atravesando una difícil situación porque no hay trabajo: “buscamos la manera de cómo obtener para la comida, vamos a leñar para luego venderlo y así tener para las tortillas, frijol, somos una familia muy humilde, nuestra casa está en pésimas condiciones, ahí sufrimos frío, cuando llueve el agua filtra y todo se moja”.
María del Carmen Poot Albornoz es otra de las vecinas de este rumbo cuya situación es similar, su pequeño hogar está en mal estado, no tiene un techo adecuado, es de láminas de cartón que cuanta con muchos huecos y, para esta temporada de lluvias, el agua filtra y se vuelve un lodazal dentro, convirtiéndose en un riesgo para su salud porque padece de asma.
Doña Carmen Poot vive con su esposo, sus dos hijos y nieta, su hija es madre soltera y por la contingencia sanitaria se quedó sin trabajo, ahora lo poco que gana su marido y su hijo les sirve para vivir: “confiamos en la ayuda de las autoridades de que nos ayuden a mejorar nuestras casas, nuestras calles, porque por esta colonia vivimos muchas familias pobres que tienen muchas carencias”.
“Gracias a Dios nos llega la despensa, pero la ayuda por parte de las autoridades es insuficiente, por esta colonia conocida como ‘La curva del diablo’ viven muchas familias que estamos enfrentando una difícil situación, muchos nos quedamos sin trabajo y buscamos cómo obtener algunos centavos para la comida, las autoridades municipales deben entender nuestra situación y apoyarnos, porque hemos pedido que el Alcalde Mario González González venga a visitarnos para conocer nuestras carencias y necesidades, pero nunca vino, solo nos engañó. Siempre nos dicen que cómo nos van ayudar si tenemos invadidos los terrenos, pero si tenemos este pedazo de tierra es porque lo necesitamos, hay muchos que cuentan con muchas propiedades que no las necesitan y nosotros que no tenemos casa, por eso lo luchamos, hace más de diez años que estamos viviendo por este lugar y queremos que el Gobernador nos ayude para legalizar nuestros hogares, porque tenemos hijos y por eso buscamos que estén en una casa, aunque sea humilde”, fueron palabras que expresaron los vecinos de este rumbo, quienes mantienen la esperanza de que se les apoye con los programas para mejorar sus viviendas.
(Texto y foto: Raquel Margarita Huerta)