Ni la guerra de 1945 ni el ataque a las Torres Gemelas del 2011 pudieron acabar con la aviación, mucho menos lo hará la pandemia que hoy tiene paralizado al país y al mundo, se dijo en el pasado conversatorio titulado “Prospectiva del turismo en la era post COVID-19”, organizado por el Centro Internacional para la Formación de Autoridades y Líderes en Ecuador y en el que participó CIFAL Mérida.
De acuerdo con los expertos, todo dependerá de la capacidad de adaptación a las nuevas estacionalidades en turismo, los nuevos esquemas de bioseguridad, el pasaporte sanitario y la inyección de recursos, asuntos que serán esenciales para la rehabilitación del sector turístico en el mundo.
En el conversatorio participó el director ejecutivo y también director de Aeropuertos Regionales del Grupo Asur, Héctor Navarrete Muñoz, quien compartió el foro con el director de la Red CIFAL, Alex Mejía, desde Ginebra, Suiza; Ricardo Zambrano, viceministro de Turismo de Ecuador; Julio Andrade, director ejecutivo de CIFAL Málaga; Renato Dillon, director de Gestión de Turismo de Riobamba, Ecuador, entre otros.
Desatacaron que sólo la capacidad de adaptación post pandemia permitirá reabrir el camino de la industria económica más dinámica que existe, la generación de confianza hacia el consumidor será la nueva clave de los esfuerzos de promoción turística.
Variados retos
“La industria de la aviación ha atravesado por distintos retos: en el año 1945 lo fue la guerra, cuando se creía que la aviación no volvería a hacer utilizada para el turismo; en el 2001, después del atentado de las torres gemelas, fuimos testigos del renacer de una nueva y más segura forma de viajar, y así es como debemos prepararnos para este nuevo reto, con una visión a la conversión y a lo que serán las nuevas formas de viajar”, señaló Navarrete Muñoz en una de sus intervenciones.
Considerar que la industria turística es el mejor peso repartido debe ser la base de una conciencia, que necesita velar por la recuperación de todos los servicios que intervienen para que el turismo sea exitoso; debemos explotar al máximo nuestras riquezas culturales, gastronómicas, arqueológicas y culturales, para potenciarlas como herramientas seguras para el consumidor, y para ello los gobiernos deben apostar para una recuperación del turismo primeramente de manera regional y nacional para posteriormente pasar a la internacional, añadió.
“Precautelar la vida, no superar los límites del sistema de salud y mitigar el impacto económico son piezas fundamentales que deben incluirse en el resurgir del turismo”, señaló, por su parte, Renato Dillon.
“Los protocolos de bioseguridad son trabajos participativos en el Centro de Operaciones de Emergencia de Ecuador y se están perfilando para cada uno de los sectores, con protocolos definidos para hotelero, para el sector de bebidas y alimentos, y para el sector de transporte entre otros”, indicó.
Panorama local
Por lo que respecta al panorama local se destacó que los planes de desarrollo turístico tendrán que alinearse en tres momentos primordiales: la resistencia, la reactivación y la recuperación, con la visión de que la era de la digitalización de nuestros procesos en turismo permitirá que el sector salga más rápido de los desafíos a los que se enfrenta hoy en día.
Todo esto sin olvidar que el portafolio de incentivos por parte de las autoridades y todos los gobiernos locales y nacionales deben tomarlo con seriedad, sin dejar atrás los temas de promoción.
El turismo digital es una herramienta que permitirá que todos los programas de recuperación lo hagan de manera escalonada y segura. Es de esta forma como el sector de turismo en el mundo se mantiene interconectado en medio de la pandemia y en constante capacitación e intercambio de experiencias que beneficien a la sociedad en su conjunto, concluyeron.
(Víctor Lara Martínez)